El otro 'kilómetro cero' de Madrid

El avance incesante de la ciencia, catapultado hoy por el despliegue de los satélites orbitales, ha permitido mediciones terrestres de una precisión insólita. Es el caso del sistema global de determinación de posiciones, GPS. Alcanza una exactitud considerada prodigiosa. Pero averiguar si Madrid es el centro geográfico de España, cuestión aparentemente sencilla, se ha convertido hoy en una pregunta de casi imposible respuesta. Y ello porque la propia idea de la centralidad se ha desvanecido como reto científico. Es una magnitud convenida: una convención. Eso es lo que dicen en el Área de Cartografía del Instituto Geográfico Nacional. Sin embargo, la idea de que existió un centro localizado aquí fue una creencia fuertemente enraizada en la opinión pública, que asignaba a Madrid el rango geográfico central de España.

Algunos magnetistas ubicaron en la confluencia de Serrano con Goya el centro magnético peninsular

La idea de centro se asocia a la de equidistancia, cualidad que a Madrid se le ha venido atribuyendo siempre. Así se subrayaba para explicar la causa principal del establecimiento aquí de la corte imperial por Felipe II, en el año 1561. Pero tal atribución ha mostrado matices distintos.

Así, quizá como traslación geográfica de una concepción religiosa, durante años se consideró que el centro de España se hallaba en el Cerro de Los Ángeles, una loma prominente en la planicie meridional de Madrid, a 14 kilómetros de la capital y a unos cuatro kilómetros de Getafe, hoy sobre la Nacional IV.

Desde el siglo XIV existió la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, convertida en iglesia barroca en el siglo XVII. En 1919, sobre el cerro, convertido en Altar de la Patria, fue erigido un monumento al Sagrado Corazón de Jesús. El arquitecto fue Rodolfo García Pablos y Aniceto Marinas labró sus esculturas monumentales. Durante la guerra civil el monumento fue derribado y en 1954, reconstruido.

Más acá, existe otro hito que durante un siglo ha sido considerado como el centro de la red radial de carreteras de España y que, convencionalmente, de allí arrancan. Se encuentra sobre la acera de la Puerta del Sol, frente a la Casa del Reloj, sede del Gobierno regional. Tiene forma semicircular, con un recuadro en mármol rosáceo silueteado por hebras doradas, similares a las que trazan sobre un mapa de España las seis grandes rutas que parten desde un número cero negro situado entre dos grandes agujas. Aún hoy es punto de encuentro de pandillas y parejas.

Resulta menos conocido que, durante cierto tiempo, el centro magnético-geográfico de España, según algunos especialistas en magnetismo, fue ubicado en el cruce de las calles de Serrano y Goya, en el vértice nororiental de la plaza del Descubrimiento.

Pero las atribuciones anteriores carecen de base probatoria consistente. Si ha de hablarse, con propiedad científica, de un centro, el de Madrid se encuentra en el Observatorio Astronómico del Retiro, que fuera ideado por el arquitecto Juan de Villanueva, inciada su construcción en 1790 y culminada en 1846. De la rotonda central del edificio y de su bóveda más alta, orientada al sur, cuelga el péndulo foucoltiano formado por una bola plateada, con remate puntiagudo; su oscilación, sobre un eje invariante, demuestra que la Tierra se mueve: cada cierto tiempo, el péndulo derriba unos topes de madera dispuestos en círculo sobre un bastidor metálico apoyado sobre el suelo.

Justo debajo del centro de ese círculo asoma la cabeza dorada un clavo plano de bronce. Tiene el diámetro de un dedo pulgar de un varón adulto. Exhibe escritas dos letras, NP, y un número, el 26. Se trata de una nivelación de precisión que enlaza el nivel medio del mar en Alicante, nivel cero, y Madrid, que en ese sitio es de 655,36 metros sobre el nivel marino en la ciudad levantina, explica el astrónomo Javier Alcolea. Es ese punto, precisamente, el considerado datum cero, el centro de los centros de medición geodésicos, de mapas, desde hace más de tres siglos.

A su vera, un telescopio Repsold bifocal que mira a una abertura que hiende el tejado en sentido Norte-Sur, corregido, para facilitar la observación del espacio. Desde este telescopio, un astrónomo medía por angulación la altura máxima del Sol; mediante telégrafo, informaba a la Casa del Reloj, en la Puerta del Sol, de la hora exacta. A unos metros del datum cero, una biblioteca muestra un solado rectangular verde. Sobre él se hizo la medición más precisa de la gravedad absoluta de España a fines del siglo XIX, repetida con nuevas técnicas en el verano de 2001.