Sujetos
El concepto sujeto histórico de cambio no fue elaborado por la III Internacional, sino por el llamado socialismo científico para entender qué habían significado históricamente los esclavos, los vasallos, los burgueses y los proletarios como principales interesados en la transformación de la sociedad. El socialismo científico partía de la creencia en la lucha de clases, y ahora vivimos en un momento histórico en el que la lucha de clases existe, pero está muy mal vista, no sólo por las derechas, sino también por una cierta posizquierda compleja, en la que cohabitan los pospijoaltuserianos y los social-liberales de la tercera vía, quinta planta, liquidación fin de temporada.
Para connotar la nueva propuesta emancipatoria es fundamental saber quiénes componen el actual sujeto histórico de cambio, si lo hay, habida cuenta de que sería error paleoizquierdista insistir en que el sujeto histórico de cambio es el proletariado industrial. La pluralidad exhibida en los movimientos sociales no merece ser sancionada como un pastiche más de la posmodernidad, sino como prueba de una sinceridad de partida transgresora de la tendencia dominante veintesecular de meterlo todo en el formato de una hegemónica teoría de la totalidad.
En Porto Alegre, por ejemplo, estaba presente un movimiento como Attac, que propone una reforma técnica pero esencialmente cuestionadora del economicismo, presentes también otras lecturas críticas de la globalización que no es una abstracción, sino una manera de llamar a la fase actual de dominación del sistema capitalista.
Un astrofísico suizo angustiado por la irracionalidad ecologista de los dueños de la globalización formaría parte del sujeto histórico de cambio junto a trabajadoras agrícolas amazónicas o enseñantes hindúes o los indígenas de Australia o los ecuatorianos asesinables por porteros de noche o los que condenan la evidencia de naciones sin Estado o los opuestos a la definitiva privatización del Estado, incluso Soros, un Dr. Jekyll que pide un nuevo humanismo contra sí mismo, Mr. Hyde del capitalismo especulativo. Salvo algunos ex jóvenes filósofos, Botín, George Bush, Norma Duval, Aznar y Josep Piqué, todos podríamos ser sujetos históricos de cambio.
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