El PSOE cambiará a ocho candidatos para las elecciones autonómicas
Los populares renovarán 15 alcaldables y los socialistas buscan recuperar las grandes capitales
Populares y socialistas han empezado ya a prepararse para una batalla sin tregua en el campo de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2003 como primarias de las siguientes generales. El PP no sólo pretende mantener su privilegiada posición actual, nueve autonomías y 28 capitales, sino que persigue arañar al PSOE alguno de sus feudos históricos regionales. Los socialistas aspiran a aumentar su poder autonómico (seis autonomías) y dar la campanada en dos o tres capitales simbólicas controladas desde hace años por el PP. Entre ellas Madrid, Valladolid o Zaragoza.
El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y su equipo saben que lo que pase en los comicios autonómicos y locales de 2003, un año antes de las generales, marcará la tendencia de sus posibilidades reales para aspirar a la presidencia del Gobierno en marzo de 2004. Los socialistas renovarán a ocho de sus 15 aspirantes a presidir gobiernos regionales, incluidas las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Habrá cambios en Madrid (posiblemente Rafael Simancas), la Comunidad Valenciana (Joan Ignasi Pla), Castilla y León (Ángel Villalba), Cantabria (Dolores Gorostiaga), La Rioja (Juan Martínez-Aldana), Murcia (Ramón Ortiz), Ceuta (María Antonia Palomo) y Melilla (por decidir). Al Gobierno de Navarra volverá a optar Juan José Lizarbe, y al de Canarias, Juan Carlos Alemán. Y nadie quiere que cambien como cabeza de cartel los actuales presidentes de Castilla-La Mancha (José Bono), Extremadura (Juan Carlos Rodríguez Ibarra), Asturias (Vicente Álvarez Areces), Aragón (Marcelino Iglesias) y Baleares (Francesc Antich).
Galicia y el País Vasco ya han celebrado sus respectivas elecciones; Cataluña (Pasqual Maragall) las tiene previstas para el otoño de 2003, y Andalucía (Manuel Chaves) las celebrará coincidiendo con las generales, en 2004.
El PP también defiende que sus presidentes autonómicos y alcaldes 'tienen un plus especial para repetir' por el mero hecho de gobernar. La dirección del PP recuerda como una lección histórica lo que le ocurrió al PSOE en 1995 cuando renovó a la mayoría de sus alcaldables. En Andalucía, por ejemplo, perdió todas las capitales.
El PP ya ha anticipado a los ocho presidentes autonómicos que estarán en liza (Galicia no celebra comicios autonómicos en esa fecha) el deseo de Aznar y del partido de que vuelvan a concurrir. Habrá cambios seguros en Canarias (José Manuel Soria), Extremadura (Carlos Floriano) y Aragón (Gustavo Alcalde). En Asturias (Ovidio Sánchez), Baleares (Jaume Matas) y Castilla-La Mancha (Agustín Conde), los aspirantes están en duda por diversas razones.
En el PP, donde no habrá primarias, los candidatos se proclamarán mayoritariamente en los congresos regionales de otoño. Pero algunos podrían quedar pendientes para convenciones específicas a montar en enero o febrero de 2003, más cercanas a las citas con las urnas. Es el caso probable del ministro Matas, para retrasar al máximo su salida del Gobierno.
En el PSOE, la maquinaria de su ejecutiva, y en especial el área de Política Municipal que dirige Álvaro Cuesta, se vuelca en la búsqueda de los mejores candidatos para las ciudades con más población y, por tanto, con más voto. Y Madrid es el paradigma. Para que haya posibilidades de éxito la primera tarea es que reine la paz interna, por lo que la ejecutiva trata de convencer a los órganos regionales y a sus militantes de que las primarias se han regulado para elegir a los candidatos que con más seguridad pueden gozar del apoyo de los ciudadanos y no para dirimir batallas internas. Habrá menos primarias que hace cuatro años.
La primera tarea para el PSOE es superar en votos al PP y ofrecer en la noche electoral un número redondo, que refulja en las retinas como adelanto de las generales, explican en la ejecutiva. Después, ganar alguna de las plazas más representativas: Madrid, Valladolid, Vigo, Málaga, Zaragoza, Murcia... Por contra, el PP pretende arrebatar al PSOE alguno de sus feudos históricos: en estos comicios, Extremadura o Castilla-La Mancha.
Los socialistas se creen con muchas posibilidades de que su candidato Juan Alberto Belloch se haga, sin primarias previas, con la alcaldía de Zaragoza, que disputará al actual regidor popular, José Atarés, que cubrió el hueco dejado por Luisa Fernanda Rudi. En Zaragoza, y en general en Aragón, el PP prevé sufrir un duro desgaste como consecuencia del polémico Plan Hidrológico y el trasvase de apoyos del Par a la Chunta.
El PP, en todo caso, va a aplicar con cautela la renovación de canditados a las alcaldías respecto a 1999. Habrá cambios en Sevilla (Jaime Reinau), Málaga (Francisco de la Torre), Almería (José Torres), Granada, Burgos, Zaragoza (José Atarés, actual alcalde), Albacete, Cuenca, Guadalajara, Huesca, Logroño y Las Palmas.
El PSOE tiene serias aspiraciones en Málaga, donde piensa en varias mujeres (Magdalena Álvarez, Mónica Bistundy o Ana Gómez) como aspirantes para derrotar al popular Francisco de la Torre, que relevó a Celia Villalobos. En Valencia, la ejecutiva federal tiene simpatía por Ana Noguera, de la corriente Izquierda Socialista, portavoz en el ayuntamiento, aunque aún no descarta convencer a la ex ministra Carmen Alborch.
La batalla abierta de Madrid
Javier Solana contra Esperanza Aguirre. Trinidad Jiménez contra Mercedes de la Merced. Solana o Jiménez contra el incombustible José María Álvarez del Manzano. La batalla municipal que se librará en Madrid en mayo de 2003 permite cualquier especulación en estos momentos. Para la Ejecutiva Federal del PSOE, la capital de España es la prioridad con la que marcar el inicio de una nueva era política para España. La dirección nacional del PP 'no escatimará ningún esfuerzo' para preservar Madrid, donde gobierna con mayoría absoluta desde 1991.
El dilema no se aclarará hasta septiembre, pero la importancia simbólica de la plaza augura todo tipo de maniobras. En el PSOE, y también en el PP.
La ejecutiva socialista tratará de evitar en Madrid la celebración de primarias con 'mucho diálogo y llamadas a la responsabilidad'. Nadie duda de que la ejecutiva y, singularmente su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, apuesta para ese bastión por la responsable de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez.
Sobre las posibilidades reales de ganar ese enclave, en los últimos días se ha hablado de dos encuestas completamente diferentes. El sector de la Federación Socialista Madrileña que propondría a Solana asegura que sus estudios demoscópicos le dan un resultado magnífico. En la Federal, por el contrario, se habla de la atracción de los jóvenes, de entre 18 y 30 años, y de las personas maduras, de entre 45 y 60 años, por un candidato del perfil más joven y nuevo como Jiménez.
En la ejecutiva se considera que el secretario general de la FSM, Rafael Simancas, reunirá el acuerdo suficiente para ser el candidato a la autonomía madrileña frente al popular Alberto Ruiz-Gallardón, totalmente convencido ya para repetir un tercer mandato seguido. En las anteriores elecciones la candidata del PSOE fue Cristina Almeida.
Simancas prefiere no dar nada por sentado y espera que el consenso se produzca en la FSM y con la opinión del actual portavoz en la Comunidad, Pedro Sabando.
El PP no tiene claro su cartel para la capital. Entre la partida de encuestas que hará esta primavera para analizar próximas elecciones habrá un capítulo especial para Madrid. El problema no es tanto que Álvarez del Manzano se resista a retirarse de la disputa (ha ofrecido su total disposición al partido para lo que se le requiera) como el riesgo de experimentar con una cara nueva que no asegure el triunfo. Las posibilidades de Mercedes de la Merced y de Esperanza Aguirre son similares y la solución la dará directamente José María Aznar.
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