Fraga lamenta el 'miedo injustificado' del PP a una 'reforma parcial' de la Constitución
'Siento que no se aborde cuando tenemos mayoría suficiente', dice el presidente gallego
El rechazo del reciente congreso del PP a las propuestas autonomistas de Manuel Fraga no ha arredrado al fundador del partido y presidente de la Xunta de Galicia, que ayer volvía a la carga para reclamar una 'reforma parcial' de la Constitución que permita adaptar el Senado a la realidad territorial de España. En una entrevista en El Correo Gallego, Fraga señala que nunca irá 'en contra de la mayoría' de su partido, pero lamenta el 'miedo injustificado' a retocar la Carta Magna, sobre todo cuando el PP tiene 'mayoría suficiente para hacerlo'.
Manuel Fraga, fundador del PP, se fue del último congreso de su partido sin hacer ruido, pese a que la dirección nacional le obligó a descafeinar sus propuestas sobre la reforma del Senado y la representación de las autonomías en la Unión Europea. El PP gallego tuvo que renunciar a lo sustancial de sus pretensiones, que consistían en admitir la presencia de consejeros autonómicos, como parte de la delegación del Estado, en las reuniones de ministros europeos que traten 'asuntos relevantes' para sus comunidades y en reclamar la conversión del Senado en una cámara de representación territorial.
Dos semanas después, Fraga atribuye la inflexibilidad del Gobierno de José María Aznar y de la dirección del PP a la actitud de los nacionalistas vascos, quienes 'en mala hora' mezclaron la demanda de presencia autonómica en Europa con las negociaciones sobre el Concierto Económico de Euskadi. 'Pero yo sigo defendiendo las mismas ideas', advierte Fraga en la entrevista publicada ayer, en la que también avisa sobre los potenciales peligros que entrañaría un freno al avance del proceso autonómico: 'Algunos se han empeñado, desde el lado de la exageración nacionalista, en estropear los avances, pero pararlos sería volver a la división separatistas / separadores, que es una mala división'.
Según Fraga, el lema del patriotismo constitucional implica que la Carta Magna 'hay que respetarla en todas sus partes, porque también es una Constitución autonómica', cuyo objetivo consiste en buscar 'un término medio entre los extremos del centralismo y los extremos del nacionalismo'. Para persistir en ese espíritu y mejorar el funcionamiento del Estado de las autonomías, razona el presidente gallego, sería necesario abordar un retoque constitucional a fin de cambiar el papel del Senado. El fundador del PP lamenta que su partido desaproveche la oportunidad de hacer esa reforma en un momento en que dispone de 'mayoría suficiente'. 'Hay mucha gente que tiene un miedo injustificado a la reforma parcial de la Constitución, cuando son precisamente las reformas parciales las que impiden las globales. Son mejores las reformas parciales y progresivas con un compromiso. Yo estoy persuadido de que ya hay elementos suficientes para hacerla y poner en marcha los instrumentos adecuados'.
Fraga ya había dejado entrever la pasada semana que no está dispuesto a enterrar sus reivindicaciones cuando apoyó una propuesta del presidente de la Junta de Andalucía, el socialista Manuel Chaves, para la creación de una conferencia de presidentes autonómicos. La iniciativa de Chaves fue rechazada por otros barones del PP más próximos a Aznar, como el valenciano Eduardo Zaplana. Fraga, sin embargo, recuerda ahora que la propuesta de Chaves coincide con antiguas tesis suyas y subraya que un órgano que reuniese a los presidentes autonómicos permitiría afrontar problemas que 'a nivel ministerial son a veces más difíciles de resolver'.
Tampoco arroja la toalla en su pugna por conseguir la presencia de las autonomías en la UE: 'Europa también hay que hacerla desde las regiones y los municipios. Además, en algunos países como España las regiones tienen un poder importante y algo tendrán que decir sobre todo eso'.
El presidente gallego tampoco comparte las prisas del Gobierno de Aznar para suscribir un Pacto Local que permita transferir competencias a los ayuntamientos. Consideraría 'temerario' abordar una reforma de esa naturaleza sin elaborar antes un 'libro blanco' sobre las necesidades municipales.
Una infancia en varias lenguas
Lejos queda el Fraga de los tiempos en que se negoció la Constitución, cuando el entonces líder de la derecha mostraba sus mayores recelos ante el modelo de Estado que se estaba diseñando. Fraga, en todo caso, sostiene ahora que él siempre defendió que España es 'naturalmente regional, por razones geográficas, climatológicas, históricas y hasta culturales'. Para demostrar lo arraigada que está en él la idea de la pluralidad de España, relata a El Correo Gallego la experiencia que vivió en su infancia: su abuelo no sabía más que gallego; su padre hablaba en castellano con acento de Cuba, país al que había emigrado en su juventud, y su madre, vasco-francesa, hablaba en francés 'para que lo aprendiéramos' y en euskera 'cuando se enfadaba'. 'Yo nací así y lo entiendo perfectamento: en el fondo ésa es la vida real, y lo otro son tratados sobre un esquema que lleva siempre al absurdo'.
Su discrepancia con la política autonómica del PP coincide con su acercamiento a los nacionalistas gallegos tras doce años de dura confrontación. Fraga asegura que la comida que compartió hace un mes con el líder del BNG, Xosé Manuel Beiras, resultó 'muy simpática' y aplaude al dirigente nacionalista porque ha entendido 'mejor' que el PSOE gallego la oferta de diálogo a la oposición que formuló el presidente de la Xunta tras lograr su cuarta reelección, en octubre pasado. Después de su comida con Fraga, la primera entrevista entre ambos en 12 años, Beiras había expresado también su convicción de que el presidente gallego se estaba apartando del 'discurso del patriotismo español de Aznar'.
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