La cuarta parte de los jefes de servicio de la Generalitat ocupan sus puestos a dedo

Una cuarta parte de las jefaturas de los distintos servicios de la Generalitat están ocupadas por empleados públicos en comisión de servicio, una forma de provisión de puestos provisional, puesto que legalmente no debe prolongarse durante más de dos años; y discrecional, puesto que responde a la decisión personal de un superior. Fuentes del Consell defienden que las jefaturas de servicio son cargos de confianza y deben ocuparse a dedo; pero empleados públicos y sus representantes sindicales denuncian una práctica que cierra toda posibilidad de promoción en razón de méritos y capacidad.

Los jefes de servicio ocupan la tercera categoría entre los altos cargos de carácter estrictamente administrativo en aparato de la Generalitat. Sólo tienen por encima a los jefes de área, en su caso, y al secretario general técnico entre sus colegas profesionales. Pero la promoción a un cargo de jefatura de servicio pasa desde hace años por la designación directa en comisión de servicios debido a la ausencia de oferta de plazas.

La Consejería de Administración Pública, el área de gobierno responsable de la estructura organizativa de la Generalitat, mantiene a nueve jefes de servicio en comisión de servicio, en algunos casos desde 1996.

El Servef (Servicio Valenciano de Empleo y Formación) ofrece acomodo a una decena de jefes de servicio designados a dedo por sus superiores políticos.

La Consejería de Bienestar Social alberga nueve jefes de servicio designados con carácter provisional, aunque su antigüedad sólo es superior a dos años en un caso.

La permanencia en comisión de servicio durante más de dos años viola un decreto de la propia Generalitat. Y otro decreto pactado por el anterior responsable de la modernización de la Administración autonómica, José Emilio Cervera, prohibía taxativamente los nombramientos con carácter interino para puestos por encima de la escala básica.

La proliferación de la discrecionalidad en los nombramientos para dotar todo tipo de puestos en el seno de la Administración autonómica ha provocado recursos ante los tribunales de los dos sindicatos mayoritarios entre los empleados públicos.

Control político

Gonzalo Fernández, de la Federación de Servicios Públicos de UGT, pone el acento en la debilidad de los empleados públicos que no tienen garantizada su plaza en propiedad ante sus superiores jerárquicos y sugiere que la 'descarada' utilización de sistemas de libre designación se traduce en un férreo control político de todo el aparato administrativo.

'No utilizan la comisión de servicio para dotar plazas de auxiliar administrativo' dice Fernández, 'las usan para designar jefes de servicio que se mostrarán dispuestos a cumplir todo aquello que requieran los políticos del PP'.

Pere Gantes, secretario general de la FSAP en CCOO, recuerda un recurso presentado ante los tribunales hace casi un año ante el creciente número de funcionarios desplazados de sus plazas para ocupar puestos en comisión de servicio que superaban los dos años. 'El quid de la cuestión es que las plazas salgan a concurso', explica Gantes, 'porque los puestos vacantes que dejan los funcionarios desplazados en comisión de servicio, a su vez, son cubiertas por otros empleados públicos por la misma vía'.

La serpiente se muerde la cola y frena las posibilidades de promoción de los profesionales al servicio de la Generalitat que pretenden mejorar su situación laboral a través de pruebas públicas que les permitan acreditar sus méritos y capacidad, los dos pilares sobre los que se asienta la Administración en todos sus ámbitos, según la Constitución.

Una de las seis jefaturas de servicio de la Consejería de Educación y Cultura ocupadas por funcionarios designados en comisión de servicio se arrastra desde diciembre de 1995.

La Consejería de Hacienda también mantiene a seis jefes de servicio de forma provisional. Industria, cinco; Presidencia de la Generalitat, cuatro; Sanidad otros tantos; Medio Ambiente, tres; la Consejería del Portavoz, dos; Obras Públicas, dos; y Agricultura, uno. En conjunto, una cuarta parte de los empleados en el tercer puesto de jerarquía en el escalafón de la Adminsitración autonómica deben su plaza a una designación temporal.

Fuentes de la Consejería de Administración Pública sugieren que los problemas 'se arrastran desde hace años' y su solución tropieza con los continuos recursos que presentan los sindicatos ante.

La reciente publicación de la relación de puestos de trabajo de la Generalitat es un paso previo necesario para agilizar las convocatorias de ofertas de empleo público, la única posibilidad real de aliviar el problema y profesionalizar la Administración al margen de la discrecionalidad de los responsables políticos.