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Reportaje:MUJERES

Europa, sin las europeas

Gabriela Cañas

El Lobby Europeo de Mujeres cree estar a tiempo todavía para evitar un desastre mayor, pero lo cierto es que hasta la fecha la Convención para el futuro de Europa parece estar dispuesta a respetar todas las cuotas excepto la femenina. Encabezada por el ex presidente francés Valéry Giscard d' Estaing, la Convención la formará un centenar de notables entre los cuales escasean las mujeres. El peor ejemplo se sitúa en el vértice de la pirámide. En el presidium u órgano de gobierno, formado por doce personas, sólo figura por el momento una mujer, lo que arroja una proporción de féminas similar a la del nuevo Gobierno de Afganistán.

'No puede ser que la Unión Europea siga dando una cara tan masculina', comenta desde París Denise Fuchs, la presidenta del Lobby Europeo, una organización que representa a cientos de grupos europeos. A mediados de enero, el Lobby empezó a enviar misivas a los mandatarios con el fin de evitar la ausencia de mujeres en este importante proyecto que va a diseñar el futuro de una UE de 27 Estados con una veintena de idiomas distintos y 480 millones de habitantes. A fecha de hoy, esta importante organización feminista que promueve la paridad no ha recibido todavía respuesta alguna.

'Ellos creen que sólo los hombres saben. Tienden a sobreestimar sus capacidades y a subestimar las de las mujeres', dice la griega Anna Karamanou
Entre los 15 representantes de los 15 Gobiernos habrá tres mujeres: la vicepresidenta sueca, una científica finlandesa y la eurodipu- tada del PP Ana Palacio
El primer ministro sueco manifestó su sorpresa de forma abrupta al saber que los partidos de su país, campeón de la igualdad, habían seleccionado a cuatro 'carcamales'
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El propio Giscard ha escrito una carta sobre este asunto a los que tienen que elegir a sus representantes -los gobiernos y parlamentos de los quince países, los gobiernos de los países candidatos y al Parlamento Europeo-, pero lo cierto es que sólo esta última institución ha respetado en parte las cuotas femeninas nombrando a cinco mujeres de un total de 16 eurodiputados. Los parlamentos nacionales están todavía en pleno proceso de elección de sus representantes, pero los nombres que se van seleccionando están formando una aplastante mayoría incluso en los países nórdicos, para escándalo de algunos mandatarios masculinos. El primer ministro sueco, Goran Persson, manifestó su sorpresa de forma abrupta al saber que los partidos de su país, campeón de la igualdad, habían seleccionado a cuatro 'carcamales' -dos titulares y dos suplentes- para estar en la Convención. 'Nunca hubiera imaginado esto', dijo Persson. 'Es una señal increíble y mi Gobierno estará representado, desde luego, por una mujer'.

Por parte de los países candidatos, que participarán, pero no podrán ir contra el consenso, sólo Polonia, que se sepa, va a enviar a una mujer. De entre los quince, quizá el grupo más clave tras el presidium, dos países nórdicos -Suecia y Finlandia- y, sobre todo, España han salvado la cara a la Convención en este aspecto. Entre los quince representantes de los 15 gobiernos habrá tres mujeres: la vicepresidenta del Gobierno sueco, Lena Hjelm-Wallén, la científica finlandesa Teija Tilikainen, y la eurodiputada española del PP Ana Palacio, la única que estará, además, en el presidium por ser España presidenta de turno de la UE.

Es difícil saber si las protestas han surtido efecto, pero lo cierto es que el nombramiento de estas mujeres, tanto en los Gobiernos como en la Eurocámara, han sido posteriores al inicio de las mismas, lo que inquieta a algunas de ellas. 'Espero que no me hayan elegido por ser mujer', bromea Ana Palacio, jurista de prestigio, presidenta de la Comisión de Libertades que esta misma semana ha revalidado en la Eurocámara su estratégico puesto de presidenta de la conferencia de presidentes de comisión.

En el Parlamento Europeo, más de un eurodiputado masculino se ha sentido desplazado de la Convención por culpa de la cuota femenina, que grupos como el socialista han respetado estrictamente. 'Elegir mujeres por el hecho de serlo me parece un insulto para las propias mujeres', expresa sin ambages Íñigo Méndez de Vigo, el eurodiputado del PP que formará parte del presidium. 'Las eurodiputadas del PP seleccionadas son expertas, pero ha ocurrido que hay algunos grupos políticos que por respetar la cuota han elegido a compañeras que no tienen la menor idea de este asunto tan importante'.

'Ésta es una impresión muy habitual entre los hombres', replica Anna Karamanou, socialista griega que preside la Comisión de Igualdad de la Eurocámara. 'Ellos creen que sólo los hombres saben. Tienden a sobreestimar sus capacidades y a subestimar las de las mujeres'. Karamanou también está preparando una carta de protesta por el déficit femenino en la Convención. 'Voy a pedir al presidium en su primera reunión, el próximo 28 de febrero, que considere la democracia paritaria en la gobernanza europea del futuro'.

La Convención para el futuro de la UE es un proyecto extremadamente importante. Tanto, que los jefes de Estado y de Gobierno, reunidos en diciembre en Laeken (Bruselas), elevaron mucho el listón seleccionando a políticos de gran relieve con el fin de que sus propuestas para organizar e incluso redactar la Constitución de la UE en el futuro tengan peso específico. Su elección marcó ya entonces el perfil: Giscard como presidente y Jean-Luc Dehaene y Giuliano Amato como vicrepresidentes. Estos dos últimos han presidido los gobiernos de Bélgica e Italia respectivamente.

Miembros selectos

A partir de ahí, muchos países de la UE optaron por selectos miembros del club político: Jacques Santer, ex presidente de la Comisión Europea, Peter Hain y Pierre Moscovici, ministros británico y francés para Asuntos Europeos, Henning Christophersen, ex vicepresidente danés de la Comisión, Gianfranco Fini, vicepresidente del Gobierno italiano, Louis Michel, ministro belga de Exteriores... Es difícil todavía hoy encontrar tantas mujeres en las altas esferas del poder europeo para un proyecto que se vislumbra de enorme envergadura.

La última Convención europea se instituyó hace tres años para redactar la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. En ella se recoge el principio de la no discriminación por razón de género, a pesar de que entre sus redactores sólo hubo un 6% de mujeres. Fuchs asegura que todavía se está a tiempo de reconducir las cosas en esta nueva Convención, más importante que aquélla. Hasta la fecha, de los 66 miembros titulares con pleno derecho, ya se ha elegido o se está a punto de confirmar a 59, entre los cuales hay sólo once mujeres.

La Comisión Europea y los parlamentos nacionales son las instituciones que han hecho una selección más masculina.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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