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Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La audacia de dos jóvenes cocineros

HISOP, inconformismo y técnica en un restaurante barcelonés

José Carlos Capel

En poco más de medio año, Guillem Pla y Oriol Ivern, dos audaces cocineros de 25 y 26 años, respectivamente, han convertido este nuevo restaurante en uno de los más llamativos y rompedores de Barcelona: lo último en diseño, osadía e inconformismo culinario. En su carta conviven unas recetas provocativas, típicas de autor, presididas por la técnica y un innegable sentido de los ensamblajes.

Utilizan productos de la tierra para dar cabida ocasional a materias primas exóticas, juegan a placer con el concepto 'mar y montaña' en fórmulas poco utilizadas, modifican los puntos de cocción de productos tradicionales y realizan presentaciones en punta de vanguardia.

Como es lógico, sus propuestas suscitan discrepancias, algo inevitable entre tantos contrastes. La crema de coliflor caramelizada servida en taza de café (capuccino), primer aperitivo de la casa, la realzan con unas gotas de aceite al curry, idea lograda. Nada que ver con el berberecho al vapor con cardo confitado, que estropean con un puré de hongos contundente. Como en todos los restaurantes de diseño, la vajilla y los cacharros de servicio forman parte de la puesta en escena. El foie-gras de pato con emulsión de rovellons y aceite de ajo no alcanzaría tanta relevancia sin el gigantesco plato hondo en el que se presenta. Sentido estético entre minimalista y geométrico que se reitera en cada plato. En la dorada de mar con crema de ñame y trufa se aprecia una cocción milimétrica, acierto que se repite en la lubina, en cuya guarnición intervienen un arroz blanco al yogur y al limón agradable junto a una desafortunada emulsión del agua del propio arroz terriblemente salada. Demasiadas cosas en un mismo plato. También resulta sabroso el ciervo con col a la salsa de especias y chutney, al que no aporta nada el insípido chupito de castañas.

HISOP

Pasaje Marimón, 9. Barcelona. Teléfono: 932 41 32 33. Permanece cerrado los sábados a mediodía y los domingos. Precio: entre 40 y 45 euros. Menú de degustación, 33,06 euros. Arroz blanco con lubina, 17,43. Ciervo con col, 21. Mandarina con cacao y cayena, 6,61. Pan ... 7 Café ... 7 Bodega ... 6 Ambiente ... 7 Servicio ... 8 Aseos ... 7

Con los postres prosiguen los golpes de vértigo. Tentadoras las mandarinas con cacao y cayena con una minicoca de anís y confitura de pimientos, y pésimo el chocolate caliente con helado de lavanda y trago de caipiriña, aberrante trilogía de sabores de la que harían bien en olvidarse.

De izquierda a derecha, Guillem Pla, José Miguel Murgui y Oriol Ivern, en el restaurante barcelonés Hisop.
De izquierda a derecha, Guillem Pla, José Miguel Murgui y Oriol Ivern, en el restaurante barcelonés Hisop.MANOLO S. URBANO

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QUESOS, PANES Y BODEGA

EN HISPO llama la atención la profesionalidad del servicio de sala, que dirige José Miguel Murgui, un joven donostiarra de larga experiencia forjada en Arzak, el hotel Palace de Madrid y el Juan Carlos I de Barcelona. Particularmente interesante en esta casa es su menú degustación, que por 33,06 euros permite disfrutar de dos aperitivos, un entrante, un plato de pescado y otro de carne, además de dos postres. Propuestas cambiantes extraídas de las especialidades de ambos cocineros. Otra opción complementaria es la tabla de quesos, que componen pocas piezas pero muy bien escogidas, en su mayoría catalanas. Al margen del queso de la Serena extremeño, en el surtido intervienen el queso de cabra Montsec, el racial Tupi pirenaico, además del Ton de Tillers, el Val de Tenes y el Llavina, sabroso queso azul de la tierra. Quesos que se sirven en porciones diminutas entre montoncitos de cominos y confituras dulces, dejando en evidencia el refinamiento de la casa. Y para acompañar estos quesos, una gran selección de panes. Tampoco está nada mal el café, que se elabora de forma acertada, casi un milagro. Aunque de la bodega no se pueden esperar grandes cosas, dentro de su brevedad almacena marcas de relieve.

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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