La nueva EPA endurece los requisitos para calificar a los parados y los reduce en 344.600
La inmigración y la redefinición de la encuesta aumentan en 1,18 millones los ocupados
La realidad del empleo en España ha empeorado en los últimos meses, pero las estadísticas oficiales presentan un panorama mejor. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha elaborado una nueva Encuesta de Población Activa (EPA) que de los datos del tercer trimestre de 2001 elimina 344.600 parados, aumenta el número de ocupados en 1,18 millones y reduce la tasa de paro en casi 2,6 puntos, hasta un 10,2%. La inmigración, el mayor peso que se da a la población entre 25 y 49 años y los nuevos requisitos para considerar a alguien como parado explican estos cambios. La nueva EPA exige a los parados que buscan trabajo a través del Inem que hayan estado en contacto con la oficina de empleo en el último mes. Preparar unas oposiciones no significa ser un parado.
Estos datos forman parte de la estimación que ayer presentó el INE con los resultados del tercer trimestre del pasado año. Se ha comparado la EPA antigua con la nueva y lo que aparece es una realidad del mercado de trabajo muy diferente. La nueva EPA no se aplica hasta el primer trimestre de 2002, que se publicará el próximo 16 de mayo, pero el INE ha empezado a dar a conocer las series anteriores para que se puedan hacer comparaciones.
No sólo cambian las cifras globales de activos, ocupados o parados, sino que hay variaciones importantes por comunidades autónomas, sexo o sector. Las modificaciones responden a la necesidad de incluir el fenómeno de la inmigración, a la intención de perfeccionar la muestra y a la obligación de cumplir con las directivas de la Unión Europea.
Las cifras globales referidas al tercer trimestre del pasado año sitúan a la población de más de 16 años en 33,725 millones, 775.000 más que en la anterior muestra. De ellos, se consideran activos 17,906 millones, 842.700 más. Los ocupados son 16,071 millones, 1,187 millones por encima de la antigua EPA. El número de parados se sitúa en 1,834 millones, lo que supone 344.600 menos. En consecuencia, la tasa de paro sobre la población activa se recorta 2,5 puntos y baja al 10,2%.
Las modificaciones que explican estos cambios son las siguientes:
- Población. El punto de partida de toda encuesta es la población, ya que a cada persona entrevistada se le asigna un peso relativo. En el caso de la EPA se considera que cada entrevistado representa una media de 200, aunque puede variar por zonas. La EPA anterior partía a estos efectos del censo del año 1991, que ha quedado desfasado, entre otras razones porque no se preveía el fenómeno de la inmigración. La entrada de personas de otros países ha modificado la población y la pirámide de edades y el efecto en la EPA es fulminante. Son 775.000 personas con más de 16 años en el tercer trimestre del pasado año y serán 800.000 al cierre de 2001 según las estimaciones del INE. El aumento más importante se produce en Madrid (160.000), seguido de Cataluña (150.500) y la Comunidad Valenciana (132.000). No cambia en Extremadura e incluso decrece en Castilla y León. El número de activos (más de 16 años que trabajan o están en disposición de hacerlo) se sitúa en 17,906 millones, 842.700 más que en la anterior EPA. Aumenta de manera muy importante en Cataluña (309.500) y decrece en Extremadura (17.400).
- Reponderaciones. La nueva EPA intenta resolver un grave defecto de la anterior que consiste en que la población entre 25 y 49 años está infravalorada, lo que se traducía en una menor cifra de empleo de la real. La EPA es una encuesta que se realiza en el domicilio y cuando no hay nadie porque todos trabajan tienen más probabilidades de quedar excluidos de la encuesta. La nueva EPA aumenta por este efecto el número de ocupados en 811.800 y la mayor parte son hombres. Cataluña (290.800 ocupados más) es la comunidad que más varía en el número de ocupados, seguida de Andalucía (142.500)
- Nuevos requisitos. La consideración de una persona como parada es el aspecto más polémico de los cambios en la EPA. Hasta ahora, un parado es aquel que con 16 o más años ha estado sin trabajo durante la última semana y lo ha buscado activamente o aquel que está en espera de ocupar un nuevo puesto de trabajo. Ahora se requerirá que, quienes busquen empleo a través de las oficinas del Inem, hayan estado en contacto con una de ellas en las cuatro últimas semanas. No valen los trámites administrativos (ahora hay que presentarse cada tres meses para renovar la inscripción), sino que hay que acudir a consultar listas o responder ofertas. Sólo por este cambio estadístico se eliminan 472.400 parados, la mayor parte mujeres. La disminución más importante se registra en Andalucía (105.700). En Melilla, por ejemplo, prácticamente no hay parados. También se pasa a considerar a los opositores como ocupados, aunque con un efecto muy reducido (unos 5.000).
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