Un cambio por imperativo europeo

La nueva EPA no cambiará la realidad, pero sí hará que parezca menos cruda. Según los datos presentados ayer para el tercer trimestre del pasado año, la tasa de paro española se situaría en el 10,2% sobre la población activa, cuando con la antigua EPA estaba en el 12,8%. En apariencia, España estará ahora más cerca de la media de la zona euro (8,4% entonces).

Sólo 1,8 puntos de distancia, frente a los 4,4 puntos de los métodos anteriores. ¿Dónde está la realidad? Aún es pronto para sacar conclusiones. El cambio más importante de la nueva EPA consiste en que endurece los requisitos para considerar a una persona como parada. Ésta es una modificación que se incluye por imperativo de las normas europeas y en todos los países de la UE.

Algunos lo aplican ya, como Finlandia, en otros no tendrá prácticamente efectos, como Alemania, y en algunos más, como Francia, el cambio tendrá alguna incidencia en las cifras de paro. El resultado se conocerá en el primer trimestre de este año, cuando todos los países apliquen los nuevos criterios.Los expertos del INE esperan que la distancia en la tasa de paro se reduzca, pero no tanto como para dar por resuelto el problema.Otro de los efectos de la nueva EPA es que el INE también deberá revisar los datos de la contabilidad nacional relativos al crecimiento económico. La causa es que al contabilizarse un mayor número de ocupados, la producción de algunos sectores con gran peso de empleo tendrá que elevarse. La revisión se producirá en 2003. Con los datos del tercer trimestre de 2001, el empleo aumentó en la industria y la construcción, cayó en agricultura y se mantuvo en servicios.