La filosofía y el humor de Molière llegan al Arriaga con el 'Dom Juan'
Sobre el Don Juan de Tirso de Molina, Molière escribió 35 años más tarde una obra diferente alrededor del mismo personaje, cargándola de reflexiones filosóficas sobre lo sobrenatural y la libertad individual y, al mismo tiempo, de humor. En Dom Juan o el festín de piedra la acción gira en torno a un protagonista libertino e hipócrita, cruel y transgresor. La Compañía Nacional de Teatro Clásico pondrá en escena el título de Molière, en una versión dirigida por Jean-Pierre Miquel, de la Comédie Française, del 31 de enero al 3 de febrero en el Teatro Arriaga, de Bilbao.
El actor Enric Majó destacó que el texto de Dom Juan toca las reflexiones filosóficas y el humor, abarca muy dispares registros teatrales y se adelanta en siglos a las vanguardias. 'Tiene mucho de lo que encontramos en Brecht y en el monólogo final, más teatro del absurdo que en Ionesco', dijo Majó, que en el montaje interpreta al padre de Dom Juan. 'La obra es un viaje iniciático por distintos mundos y maneras de pensar', agregó.
Señor y criado
La obra de Molière oscila entre el peso del hipócrita y libertino Dom Juan, interpretado por el actor Cristóbal Suárez, y el contrapunto que supone su criado Sganarelle, encarnado por Joaquín Notario. 'La obra puede ser entendida como una precursora del género de la road-movie, que se mueve por distintos espacios', apuntó Notario.
Molière escribió su Dom Juan en 1665 en una dificil situación frente al poder y la Iglesia después de la prohibición de Tartufo, en medio del debate entre el pensamiento de Descartes y Pascal, el absolutismo y la llegada de un nuevo materialismo libertino. El dramaturgo atacó con su obra los antiguos valores sociales, la omnipresencia de la Iglesia y la falsedad de las relaciones sociales y para defender con el comportamiento de su protagonista la libertad individual y las leyes de la naturaleza.
Con este planteamiento de fondo, Molière rompió los principios dramatúrgicos del clasicismo francés, inventando una estructura formal totalmente libre, que la versión de Miquel respeta en su integridad, siguiendo de cerca el texto original.
En la ambientación del montaje de la Compañía Nacional de Teatro Clásico -sobre un escenario que en opinión de la actriz Natalia Dicenta 'roza el cine futurista'- juega un papel especial el vestuario creado por el figurinista Javier Artiñano. Los intérpretes destacaron que resulta determinante para recordar 'una época pasada, pero sin ubicarla en un momento histórico concreto'.
El montaje del Dom Juan de Molière forma parte de un proyecto de colaboración entre la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y el Centro Dramático Nacional para presentar distintas versiones del mito de Don Juan.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.