Eslava Galán afirma en un taller de la Olavide que muchos novelistas escriben sólo para los críticos
El escritor Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 1948) está convencido de que las tesis doctorales son un buen material para crear novelas. Él mismo construyó Guadalquivir, que transcurre en el siglo XIII, a partir de un trabajo doctoral sobre castillos y fortificaciones. 'De cualquier tesis sobre un personaje histórico puede salir una buena novela si se quita lo que sobra', comentó ayer en el taller de creación histórica del programa de doctorado El poder y la palabra, que organiza la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. En el taller, que a lo largo de dos cursos académicos analizará la relación entre la historia y la creación literaria, Eslava Galán recordó cómo le impresionó la plaza de Jemaa el Fna de Marraquech, con sus contadores de historias y juglares del siglo XX. De ahí que Guadalquivir esté concebida como una novela oral, con 10 capítulos que 'son 10 sesiones del contador de historias'. El autor de En busca del unicornio (Premio Planeta 1987) aborda durante esta semana la incidencia de la Historia en la novela histórica, su género preferido. 'La gente recurre a la novela histórica para interpretar el presente a través de casos del pasado. En mundo de confusión como el actual, es un recurso del lector, una forma de evasión. Ante la incertidumbre del futuro, se interpreta el presente a través de un pasado resuelto, sin incógnitas', indicó.
Literatura para el 80%
El escritor comenta cada día una novela suya (En busca del unicornio, Señorita, El comedido hidalgo, y El magno evento), punto de partida de un debate con los alumnos sobre diversas cuestiones literarias. Eslava Galán afirmó que en la sociedad actual muchos narradores no escriben para la mayoría. 'Normalmente, el novelista marca su línea y no quiere hacer las cosas más fáciles. Una cosa que se entiende automáticamente aterroriza. No hay literatura para el 80% de la población porque muchos escriben para un 5%, para los críticos', opinó.
El autor de Statio Orbis explicó que en el teatro del Siglo de Oro los autores reconocidos 'se rebajaban a hacer teatro para el pueblo y le daba buena literatura'. A su juicio, ese hueco está vacío ahora, porque el novelista ha sido ensalzado desde el siglo XIX. 'A partir del Romanticismo, se endiosa al escritor y se le presenta como una persona atormentada, inspirada. Y la literatura no es más que una técnica'.
Para Eslava Galán, es posible escribir buenas novelas de seriales. 'La literatura basura de best-sellers se vende porque hay gente que no admite leerlas. Los autores cultos no quieren rebajarse a escribir cosas que no consideran dignas porque hay muchos prejuicios sobre lo que es literatura y cultura. La literatura no se debe restringir a una producción determinada', añadió.
En el taller, en el que también participarán autores como la colombiana Laura Restrepo o el cubano Roberto Fernández Retamar, se discutió el fondo y la forma de la obra literaria. 'Lo que transmite no es el discurso, sino lo que lleva, la semiología del discurso, que sea inteligible. Es independiente del estilo; un estilo cuidado no significa que haya una buena novela'.
Como ejemplos antitéticos citó a Pío Baroja, que escribió magníficas novelas mal escritas, y a Gabriel Miró, cuyas obras eran un prodigio de belleza, pero aburridas. 'Una novela es un maratón. El que corre los 100 metros no sirve para el maratón', dijo el escritor, que piensa que la novela actual está en proceso de transformación, pero no corre peligro de desaparecer. 'Tiene que hacerse más corta, adaptarse al tiempo'.
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