Cuestión de prioridades

Va para un mes ya, que en una fría mañana de domingo recibí la llamada de mi madre diciéndome que mis dos primos habían muerto arrollados por un tren, en un paso a nivel sin barreras, en la provincia de Toledo. Nuestra vida cambió en un segundo, como la de los familiares de aquellos inmigrantes que murieron en Lorca hace poco más de un año.

Yo me pregunto: ¿cómo puede permitir el Ministerio de Fomento los miles de pasos sin barrera de toda España en pleno siglo XXI, cuando se despilfarran millones de euros en trenes de alta velocidad innecesarios, como el AVE hasta Valladolid, y autopistas hacia Segovia con el consiguiente destrozo ecológico, cuando hay una carretera nacional que ya desempeña la misma función? Ya no creemos las promesas hechas al calor de la emoción que suscitan estas continuas desgracias.

Algún responsable tendrá que poner remedio definitivo a esta continua dejación de una urgente necesidad social.