Ruiz-Gallardón quiere que el 'botellón' sea castigado con tareas sociales

La guerra contra el botellón (el consumo masivo de alcohol en la calle) no se basará en sanciones económicas ni en detenciones de quienes realizan esta práctica, sino en medidas de carácter educativo tales 'como colaborar con los servicios municipales en las tareas de limpieza', ya que el botellón causa suciedad. 'No se trata de dar una respuesta represiva. Nuestro propósito es convencer a los jóvenes del problema del alcohol y de que la utilización de la calle no es necesaria para ellos y sí tremendamente perjudicial para los vecinos', según el presidente de la Comunidad.

Alberto Ruiz-Gallardón, jefe del Ejecutivo regional, se reunió ayer con los integrantes de la llamada Mesa del Botellón, impulsada por el defensor del menor, Pedro Núnez Morgades, que le transmitió las principales conclusiones de este foro, en el que 'se han analizado medidas preventivas y jurídicas' para acabar con el consumo de alcohol en la vía pública, según Núñez Morgades.

'Hemos estado viviendo en una cultura del alcohol', añadió Núñez Morgades, 'y no hemos sido conscientes de la degradación que se ha alcanzado, por lo que tenemos que hacer un esfuerzo para ofrecer a los jóvenes una alternativa'.

Ruiz-Gallardón se comprometió a elaborar una ley que recoja las conclusiones de la mesa y, en el caso de que algunas de las modificaciones legales necesarias sean de competencia estatal, instará al Gobierno central a hacerlas. Ruiz-Gallardón no precisó cuándo estaría lista esta normativa ni cuándo podría entrar en vigor, porque 'se trata de hacer una labor pedagógica, y no se puede fijar un plazo'. No obstante, algunos de los implicados en el proyecto indican que el objetivo es que la ley esté lista el próximo junio.

Este proyecto, que también propone la restricción de la venta de alcohol en horario nocturno o en determinados lugares, incluye asimismo la regulación de la publicidad de las bebidas alcohólicas, que seguirá 'un criterio restrictivo', indicó el presidente.

La futura norma legal recogerá una disposición por la cual, en caso de que un menor no emancipado precise atención sanitaria por haber ingerido bebidas alcohólicas, los centros o servicios sanitarios que le presten atención deberán comunicar la situación del joven a sus padres o tutores para que éstos se hagan cargo de él. Esta medida se apoya en el artículo 154 del Código Civil, que señala: 'La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos de acuerdo con su personalidad, y comprende los siguientes deberes y facultades: velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral'.

Otra de las fórmulas para combatir el consumo de alcohol en la calle será sancionar a los establecimientos que vendan bebidas de este tipo y que permitan a los compradores ingerirlas a las puertas de dichos establecimientos.

La futura ley establecerá que estará prohibida la venta, suministro o distribución de bebidas alcohólicas a través de establecimientos de cualquier clase en los que no esté autorizado el consumo, la venta de carácter ambulante y la efectuada a distancia (encargo por teléfono) cuando se produzcan en el horario nocturno. En principio, éste será el comprendido entre las diez de la noche y las ocho de la mañana del día siguiente.

En sitios como Cataluña y la Comunidad Valenciana ya hay leyes que, a partir de las diez de la noche, impiden la venta de alcohol en determinados establecimientos comerciales. Como consencuencia de eso, los empleados deben cubrir con una red o una lona los estantes donde hay bebidas alcohólicas, aunque el resto del local pueda seguir abierto.

Nuria Ayuso, presidenta del Consejo de la Juventud, integrado en esta mesa, mostró su desacuerdo con algunas de las conclusiones del foro, y, en referencia a las sanciones propuestas por Ruiz-Gallardón, opinó que 'una sanción nunca puede ser pedagógica'.

La Mesa del Botellón, que involucra a representantes de diversos sectores sociales, entre los que se incluye a los vecinos afectados, jóvenes, médicos y sindicatos, se creó en diciembre pasado para analizar los problemas del alcohol y sus consecuencias, sobre todo entre los adolescentes.