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El fiscal pide 37 años para Kantauri por ordenar matar al Rey en Mallorca

El teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, ha solicitado penas que totalizan 37 años de prisión para el dirigente etarra José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, por haber ordenado el intento de asesinato del Rey en 1995, en Palma de Mallorca. Se trata de la primera petición de penas para el dirigente de ETA que en diciembre pasado fue entregado temporalmente por las autoridades francesas para que fuese juzgado por tres causas antes de ser devuelto a Francia, donde deberá acabar de cumplir la condena que se le impuso por asociación de malhechores con fines terroristas.

El fiscal destaca que Kantauri contactó en otoño de 1993 con Juan José Rego Vidal, al que, tras encargarle que dirigiera un comando para atentar contra don Juan Carlos, le proporcionó 600.000 pesetas para los gastos. También proporcionó el rifle de precisión con el que Jorge García Sertucha tenía que disparar contra el Rey.

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Los integrantes del comando, Juan José Rego y García Sertucha, fueron condenados a 37 años de prisión, mientras que Ignacio Rego, hijo del primero, fue condenado a 35 años de cárcel.

Los objetivos de Beto

Por otro lado, el presunto etarra Alberto Rey Domercq, Beto, ex miembro del comando Madrid detenido el miércoles en Las Landas por dos gendarmes franceses, intentó tragarse unos documentos que llevaba en su poder en el momento del arresto. La documentación que le fue incautada incluía información, en parte cifrada, sobre objetivos de ETA, entre la que se encontraban datos sobre el Ayuntamiento de San Sebastián, según fuentes de la lucha antiterrorista.

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Estos medios agregaron que también se encontró en su poder una llave y que se está intentando averiguar si corresponde a la vivienda que utilizaba como escondite en Francia. La policía francesa siguió ayer buscando al acompañante de Beto que logró escapar tras encañonar a dos gendarmes. Las fuentes consultadas indicaron al cierre de esta edición que el huido aún no había sido identificado.

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