El PP de L'Alcora aprueba una ordenanza sobre contaminación arropado por las instituciones
Los vecinos abandonan el pleno y califican el acto de 'payasada y pantomima'
Alrededor de 20 vecinos, algunos con caretas antipolvo, acudieron ayer al pleno extraordinario del Ayuntamiento de L'Alcora en el que se pretendía abordar las informaciones aparecidas sobre la contaminación atmosférica en el municipio. El equipo de gobierno, del Partido Popular, puso sobre la mesa una moderada ordenanza 'para la protección de la atmósfera frente a la contaminación por formas de la materia' que se aplicará en base a la legislación vigente, que data de 1975. Los vecinos abandonaron la sesión plenaria y la calificaron de 'payasada y pantomima'.
La norma de 1975 en la que se basa la ordenanza propuesta por el PP en L'Alcora queda obsoleta en lo referido a partículas atmosféricas en suspensión, tras la aprobación de la directiva europea que entró en vigor el pasado año. Ésta, en cualquier caso, no es aplicable por el momento y marca límites para 2005. Mientras, la nueva ordenanza municipal, que aún ha de desarrollarse, permitirá, al menos, disponer algunas medidas como la utilización de aspersores para regar los montículos de arcilla almacenadas en el exterior o la ejecución de 'apantallamientos cortavientos'.
A pesar de ello, los vecinos y el concejal de Esquerra Unida, Julián Lozano, abandonaron la sesión plenaria y la calificaron de 'payasada y pantomima', según el portavoz de la plataforma No a la Contaminación, Antoni Albert, porque el equipo de Gobierno 'únicamente se dedicó a intentar rebatir algunas de las últimas informaciones aparecidas, las que le interesaban', matizó, 'sin plantear la posibilidad de realizar estudios médicos ante la preocupación de los habitantes del municipio'. Albert lamentó la urgencia de la convocatoria y mostró su sorpresa porque el equipo de Gobierno sí que había tenido tiempo de preparar la sesión en lo que 'parecía más una rueda de prensa o un teatro que un pleno'.
El equipo de gobierno popular en la localidad castellonense de L'Alcora recabó el apoyo de la patronal azulejera, Ascer, la Asociación de Esmalteras, la Dirección General de Salud Pública y un profesor de Ciencias Experimentales de la Universidad Jaume I de Castellón para tratar de 'aplacar' la tensión planteada, sobre todo, por los miembros de la Plataforma No a la Contaminación que, al igual que otros colectivos, reclaman la elaboración de un estudio epidemiológico que despeje dudas sobre la posible relación entre algunas enfermedades broncopulmonares y la emisión de partículas por parte de las industrias cerámicas.
El alcalde de L'Alcora, Francisco Javier Tomás, pretendía que los representantes de estas instituciones y entes 'invitados' al pleno leyeran o adujeran sus tesis. Sin embargo, el edil de EU expresó su negativa y la imposibilidad de la 'participación' de personas ajenas a la Corporación en una sesión plenaria. Así, el alcalde comenzó a leer todos y cada uno de los informes aportados.
La portavoz socialista, Solima Ten, expuso en una de sus intervenciones la clave de la cuestión al indicar: 'Que sea legal no quiere decir que sea lo mejor' y mantuvo que 'a menudo, la legislación suele ir detrás de los hechos'.
Iniciativas en las Cortes
El diputado autonómico de EU Ramón Cardona ha presentado en las Cortes Valencianas varias iniciativas por las que insta a la Consejería de Medio Ambiente a que tome medidas para ofrecer información sobre la calidad del aire en las zonas industriales, especialmente en las que está implantado el sector azulejero. Además, ha instado a la Consejería de Sanidad a que realice un estudio epidemiológico que valore las afecciones sobre la salud que se pueden dar en los pueblos de la zona azulejera a causa de la contaminación ambiental. Por su parte, el diputado provincial del Bloc Antoni Porcar y el responsable de política agraria del BNV, Vicent Carda, solicitaron ayer que la Administración regule incentivos y ayudas para aquellas empresas que presenten programas para paliar o, al menos, mitigar, los procesos de contaminación atmosférica. Porcar señaló a los ayuntamientos como primeros responsables y encargados de velar por el cumplimiento de la normativa. Según Carda, en el caso de las comarcas que concentran la mayor parte del sector cerámico, muchos ayuntamientos 'se han despreocupado'.
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