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Cascos llama imprudente a Zaplana y le recuerda antiguos enfrentamientos

El dirigente valenciano preside el XIV Congreso

Francisco Álvarez Cascos quiso demostrar ayer a José María Aznar y a la dirección del PP que nada ni nadie le detendrá en su intención de llevar el debate sobre la limitación de mandatos y el futuro modelo de partido al XIV Congreso que empieza mañana. El ministro de Fomento aprovechó que el presidente del cónclave, Eduardo Zaplana, cuestionó la oportunidad de las enmiendas de Cascos porque despistan sobre el objetivo de la convención, para criticarle como no se recuerda en el PP. Le tildó de imprudente y recordó que en 1993 Zaplana ya se opuso a las incompatibilidades de cargos.

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De Francisco Álvarez Cascos, ahora ministro de Fomento y durante casi 11 años secretario general del PP, destacan sus compañeros de partido y de Gobierno que tiene una 'memoria estructurada de ingeniero', gran capacidad de trabajo y un temperamento a veces 'brusco'. Estos días previos al XIV Congreso del PP, que comienza mañana en Madrid y se clausurará el domingo con la última aclamación de Aznar como presidente, Cascos está tomando nota de adhesiones y traiciones.

La importancia de la literalidad de sus dos polémicas enmiendas presentadas a la ponencia de Estatutos, que no tienen fácil transación intermedia entre la limitación o la no limitación de mandatos, ha sido superada por sus verdaderas intenciones. Lo ha dicho varias veces en las últimas semanas y ayer lo reiteró a Europa Press cuando respondió con dureza a Zaplana. El presidente valenciano limitó a la categoría de 'interesantes' y 'llamativas' para los medios de comunicación las propuestas de Cascos. Zaplana llegó a apuntar, como han hecho otros dirigentes nacionales y regionales del partido, que esas enmiendas podían 'despistar' sobre los objetivos 'trascendentes' del congreso.

Cascos rechaza esa imputación, que catalogó además de redundante. Y mostró su 'absoluto desacuerdo con la devaluación que suponen algunas frases' de Zaplana. Cascos le recordó su función de presidente del cónclave, su veteranía política y le reclamó 'una postura de mayor prudencia a la hora de prejuzgar el desarrollo del Congreso y las iniciativas de los compromisarios'.

El ministro explicó el motivo de fondo de su desacuerdo: 'Lo más importante es el modelo de partido. Lo es hoy y lo seguirá siendo siempre. El modelo de partido es lo que da continuidad a las ponencias que se debaten en cada congreso'. Para Cascos, las ponencias ideológicas son coyunturales y el modelo de partido es estructural, permanente.

Cascos le refrescó la memoria a Zaplana al recordarle que no es la primera vez que se opone a una propuesta básica de partido. El ministro de Fomento recuperó lo que sucedió en el Congreso de 1993, cuando él era secretario general del PP y propuso la incompatibilidad de cargos para limitar la proliferación de 'hombres orquesta' que copasen todos los puestos.

El presidente valenciano intentó quitar hierro a esta polémica y expresó 'todo su aprecio' hacia el ministro: 'Álvarez Cascos sabe que sus iniciativas tienen todo mi respeto y confío que él también respete mi opinión'.

Un portavoz de Zaplana abundó en esa posición y reiteró que, después de todo, el presidente valenciano no había ido más allá en sus manifestaciones que muchos otros responsables del partido que han llegado a solicitar a Cascos que retire su propuesta. Y añadió que Zaplana, en su calidad de compromisario, puede expresar su opinión como cualquier otro porque el presidente del cónclave no es ningún árbitro neutral. De hecho, el PP valenciano ha tramitado muchas enmiendas a las distintas ponencias. Sobre la supuesta oposición de Zaplana en 1993, cuando era presidente del PP de Alicante, a la incompatibilidad de cargos, se subraya que esa propuesta salió adelante sin ninguna enmienda de la delegación valenciana.

Un colaborador de Zaplana se mostró sorprendido por la violenta reacción del ministro pero celebró los gestos de respaldo al presidente valenciano desde el PP. Las mismas fuentes interpretaron que el tono de Cascos contra Zaplana oculta en realidad un ataque contra la actual cúpula del PP por dejarle marginado en esta convención. Y apuntan que atacó a Zaplana para no tener que meterse con un compañero de Gabinete.

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