Los socialistas centran su estrategia para ganar a Zaplana en buscar el voto descontento del PP

La estrategia electoral de los socialistas valencianos considera, en un documento interno, el año 2002 como un ejercicio clave para aspirar a recuperar el poder en los comicios de 2003. En este informe se considera que la derecha valenciana, liderada por Eduardo Zaplana, no representa ya a la mayoría social que le otorgó el voto en 1999 y que hay un corrimiento de una parte de su electorado hacia el bloque de indecisos. Un análisis que lleva al PSPV a buscar el apoyo de los sectores descontentos con el PP para convertirse en alternativa de gobierno.

Según la información que maneja el PSPV, las últimas encuestas electorales carecen de fiabilidad suficiente porque no revelan el creciente descontento social, minusvaloran la recuperación en intención de voto del PSOE y el corrimiento de apoyos del PP hacia el bloque de indecisos.

La ejecutiva del PSPV, que lidera Joan Ignasi Pla, ha transmitido a los principales cargos orgánicos y políticos del partido su convicción de que el PP de Eduardo Zaplana mantendrá la misma estrategia de los últimos años. Así, se les ha advertido de que los populares insistirán en la idea de división interna y barullo como 'línea de ataque al PSPV', ocultarán su imagen de partido de derechas con iniciativas que les permitan ocupar el centro político e insistirán en identificar el Consell con la Comunidad Valenciana para blindarse frente a cualquier crítica. Los cuadros socialistas también han sido alertados sobre las acusaciones de catastrofismo que, previsiblemente, recibirá cualquier iniciativa política desde la oposición y sobre el uso partidario que Zaplana hará de su protagonismo estatal y de la presidencia española de la Unión Europea.

De acuerdo con la documentación interna de los socialistas, Zaplana puede aprovechar el congreso nacional del PP para presentar su reelección como candidato electoral en 2003 como una imposición de José María Aznar y justificar el incumplimiento de su promesa de no permanecer más de dos mandatos. Un escenario que ha sido contemplado en la elaboración de la estrategia política del PSPV, aunque no se considera un elemento fundamental.

Para los socialistas, los populares presentan un proyecto político agotado y es aquí donde piensan morder. Según la previsión elaborada en el seno del PSPV, hay serias probabilidades de que durante 2002 se agudice el deterioro de servicios públicos básicos y la incapacidad de resolverlo dada la enorme deuda financiera generada por el Gobierno valenciano. Una situación que puede, según el PSPV, crear un escenario de voluntad de cambio en capas importantes del electorado.

Cohesión en primarias

El razonamiento de los socialistas valencianos señala que la falta de inversiones de los populares en las estructuras básicas de la Comunidad y el desaprovechamiento de los años de bonanza impedirá a Eduardo Zaplana reaccionar con agilidad frente a la anunciada recesión.

En este escenario político, la dirección del PSPV hace un llamamiento a la 'responsabilidad individual y colectiva' para convertir el proceso de primarias en la elección de candidatos municipales y autonómico en una demostración de ambición por recuperar el poder. Dicho de otro modo, la dirección socialista insta a sus cuadros a mostrar una imagen de solidez y unidad para relanzar a sus candidatos y evitar nuevos desgastes internos.

El documento de estrategia del PSPV recomienda mantener una línea de oposición de 'crítica contundente' pero sin entrar en descalificaciones, insultos o desprecio hacia sectores sociales y el resto de fuerzas políticas. Los socialistas creen que 'la crispación continua' se ha convertido en una seña de identidad del PP que empezará a dar sus réditos en breve al PSOE.

Igualmente, los estrategas del PSPV apuestan por reforzar el discurso de que son el único partido con posibilidad de gobernar capaz de consensuar y hacer respetar unas reglas de juego que sean comunes para todos. Un mensaje destinado a pequeños empresarios, autónomos y profesionales hartos de 'los clientelismos, las arbitrariedades y los fastos de la derecha'.

Una de las prioridades de los socialistas, según los análisis elaborados, es la de mostrar nítidamente que el PSPV se presenta como alternativa de gobierno a la derecha, sin necesidad de apoyos de otras fuerzas políticas que permitan al PP ampliar el discurso del barullo de la izquierda política valenciana.