Contrarreforma mediática
En mayo de 1999 un grupo de cristianos de base okupamos el obispado de Barcelona para criticar la gestión y el discurso del cardenal Ricard Maria Carles. No nos desalojó la policía porque aún no habían cesado los más 'dialogantes' de su equipo. La división entre los cristianos catalanes y sus dirigentes, que no representantes, ya existía mucho antes de que los periodistas decidieran que era noticia, pero los provida, los antisistema laico, convencidos de que los medios la alimentan, han iniciado una auténtica contrarreforma mediática que bombardea las redacciones con cartas al director y mensajes de correo electrónico. En su página web, E-cristians alardean de los éxitos conseguidos. EL PAÍS publica regularmente las cartas de Pablo Ginés, activista estrella y gestor de la web.
No se reconocen partidistas, pero tienen a ex consejeros de CiU en sus filas, consiguen subvenciones de Presidencia por la vía rápida y tienen un enlace destacado a la Generalitat aunque aborrezcan sus máquinas de preservativos. Se felicitan por la beatificación de Escrivá de Balaguer y consideran la homosexualidad una enfermedad. Son grupos conservadores y agresivos, bien organizados y mejor financiados.
