Mas divide el Gobierno catalán en tres áreas para reforzar su perfil político

Artur Mas intenta reforzar día a día su control sobre el Gobierno catalán desde su cargo de conseller en cap. Ayer, para sorpresa de algunos dirigentes de CiU, como Josep Antoni Duran Lleida, anunció la división del Ejecutivo catalán en áreas, sin tocar ningún departamento. El Gobierno se dividirá en tres comisiones intersectoriales (económica, asuntos sociales y formación y cultura), dirigidas por un consejero y presididas por el propio Mas.

Mas está dispuesto a imprimir, con paso firme, su huella en el Ejecutivo catalán. Pero el conseller en cap se ha quedado a medio camino de sus intenciones iniciales. El presidente vetó la idea de Mas sobre una profunda reestructuración del Gobierno para nombrar a unos consejeros más acordes a su perfil político. Estos cambios suponían, entre otros, la salida del consejero de Industria, Antoni Subirà, una de las personas de mayor confianza del presidente, de quien es pariente.

Descartado el reajuste, Mas ha tenido que optar por reducir el alcance de los cambios que se aprobarán en la reunión del Consell Executiu del día 5 de febrero, que coincide con un viaje oficial de Pujol a Egipto y, por tanto, estará presidida por el propio Artur Mas.

El Gobierno se dividirá en tres grandes áreas. La económica englobará a los Departamentos de Finanzas, Política Territorial, Agricultura, Trabajo, Medio Ambiente e Industria. La elección de Francesc Homs, consejero de Economía, para dirigirla ha creado cierto malestar en el sector más soberanista de Convergència. Homs se sitúa jerárquicamente por delante de Felip Puig, consejero de Política Territorial, y alma mater de este sector convergente.

La dirección del área de Asuntos Sociales recaerá en la democristiana Núria de Gispert, consejera de Gobernación, que tendrá competencias sobre los Departamentos de Sanidad, Bienestar Social, Gobernación, Interior y Justicia. La sectorial de Formación y Cultura incluirá a los Departamentos de Universidades, Enseñanza y Cultura. Mas baraja los nombres de Carme Laura Gil y de Jordi Vilajoana para coordinarla, consejeros de Educación y de Cultura, respectivamente.

Mientras Mas anunciaba esta reestructuración, en CiU se analizaban los ecos el acto político del pasado domingo, que supuso la proclamación del conseller en cap como candidato a la presidencia de la Generalitat. Jordi Pujol se salió del guión previsto, cuando calificó de 'comedero' la oferta del Gobierno de PP para acceder a ministerios. El presidente catalán 'no tenía previsto hablar de ello', certificaron fuentes de la dirección de CiU. De hecho, el presidente de la Generalitat debía aparecer en el acto de proclamación de Mas en una discreta segunda fila. Pero el ambiente de mitin, la presencia de la militancia nacionalista inspiró a Pujol uno de los ataques más duros que se recuerdan sobre su tan necesario como incómodo aliado en el Parlamento catalán: el Partido Popular.

Así fue como Pujol tejió la siguiente frase: 'Creen [el Gobierno del PP] que hacemos política por los cargos; hacen justo lo contrario de lo que es nuestro ideario; nos echan cargos en el comedero y al grito de ¡pitas, pitas! esperan que acudamos como conejillos: ¡Pero qué se han creído que somos!'. De esta manera, Pujol que se había contenido durante toda su visita a California (Estados Unidos), decidió romper su prudente silencio.

Y eso a pesar de que el presidente catalán y Mas acabaron de perfilar sus intervenciones en la reunión que ambos mantuvieron el sábado por la noche, al regreso del periplo del presidente por Estados Unidos.