Rexach amenaza con medidas drásticas

Carles Rexach, con fama de bonachón y comprensivo, amenazó ayer con sacar el látigo. El entrenador del Barça no está dispuesto a consentir otro desencanto como el de Vallecas y advirtió a los jugadores con tomar medidas drásticas. Charly reunió a los futbolistas en el vestuario durante un cuarto de hora para anunciarles que dará por terminada la complicidad que plantilla y cuerpo técnico han mantenido hasta la fecha en caso de repetir otra actuación como la del pasado domingo contra el Rayo.

Pese al enésimo desengaño, Rexach no ha perdido su ascendencia sobre los futbolistas. El técnico está dispuesto a dar una última oportunidad al equipo. Mientras, mantiene su benevolencia, y ayer concedió un medio descanso al equipo de Vallecas -los titulares se ejercitaron 18 minutos- y hoy es jornada de reposo.

No es la primera vez que Charly advierte que puede ser severo. En diciembre, por ejemplo, insinuó que dejaría a sus jugadores sin vacaciones de Navidad. Luego, sin embargo, no sólo no lo hizo sino que el Barça fue el segundo equipo que más descansó: nueve días.

No es una situación nueva sino que se viene repitiendo. A cada derrota, el entrenador amenaza y después se achanta con la llegada de la victoria, para volver a enfadarse al siguiente tropiezo. Los jugadores no han tenido ningún inconveniente en asumir la culpabilidad del marcador de Vallecas. La mayoría, y en especial sus capitanes, coincidieron en que al equipo le faltó 'agresividad, concentración, mentalidad'. 'No entramos en el campo con el convencimiento de los últimos partidos', señaló Sergi. 'Estuvimos indecisos, nerviosos y no supimos leer el partido Tardamos media hora en meternos en el asunto'. El capitán apuntó que, ante el Rayo, el Barça echó en falta especialmente a un jugador capaz de 'parar el juego, ver el punto débil del rival y marcar el ritmo del partido'. Un papel que antes efectuaba Pep Guardiola.

Una vez hubo escuchado al técnico y la plantilla, el presidente azulgrana, Joan Gaspart, se dio por satisfecho, aunque instó al Barcelona a no tener más tropiezos: 'Vamos contra reloj y el Barça no se puede permitir más fallos'. Gaspart, que presidió la presentáción del libro Joan Gamper, una vida entregada al Barcelona, de Agustí Rodes, pidió, además, a los seguidores un último esfuerzo y que le otorguen a los jugadores 'otra oportunidad' y que éstos, a su vez, devuelvan la ilusión a la hinchada 'a base de jugar y ganar partidos'.

En el equipo y en el club barcelonista, sin embargo, hay una cierta preocupación por la sación que puede aplicar el Comité de Competición a Kluivert. Bernardino González, el árbitro del Rayo-Barça, puso en el acta que el ariete le llamó 'sinvergüenza' y le dijo que no tenía 'ni puta idea', calificativos que le pueden costar al holandés de uno a tres partidos de sanción.

Gaspart intentó restar trascendencia al suceso al tiempo que anunciaba como acto más trascendente de la semana el inicio, hoy, de las obras de la ciudad deportiva en Sant Joan Despí.