El Barça la pifia
Pinchazo de todos los perseguidores del Madrid, salvo el Depor - El equipo de Rexach pierde con el colista, el Rayo - El Valencia sucumbe por primera vez en Mestalla y cae con el Valladolid - El Mallorca golea al Athletic - El Sevilla derrota al Zaragoza y deja a Rojo al borde del despido
A decir del marcador de la jornada, el Madrid bien puede llevar la Liga con el rabillo del ojo, tan suficiente que acepta de buen grado que le reprochen que no juegue de cine cada domingo. Una vez alcanzó la cabeza con cinco victorias consecutivas, ahora le vale con la media inglesa para marcar el paso de un campeonato en que ganar en campo ajeno parece una proeza para cualquiera de los grandes. Incluso el Athletic, la excepción a la regla, fue goleado en Mallorca, un escenario que siempre se le ha dado mal. Los resultados del domingo convirtieron en bueno lo que el sábado parecía malo para el Madrid. No pasó del empate en Málaga tras despachar un partido funcionarial, falto de grandeza, ante un rival que actuó con bravura. Ocurrió, sin embargo, que en lugar de aumentar la voracidad de sus adversarios, la igualada de La Rosaleda tuvo un efecto dominó sobre los perseguidores del líder, tal que todos estuvieran embrujados por el Madrid, salvo el Deportivo, que sudó tinta para derrotar al Las Palmas con un gol en propia puerta del portero forastero.
Cayó goleado el Athletic en Son Moix; el Valencia perdió su imbatibilidad en Mestalla ante el Valladolid; el Betis y el Celta no pasaron del empate en Montjuïc y Tenerife; y el Barcelona protagonizó el gran gatillazo en el campo del colista. A las victorias contra Zaragoza y Sevilla siguió una derrota en Vallecas que tendrá un efecto desmoralizador para la hinchada azulgrana, tan escarmentada como desapegada, incapaz de descifrar a su equipo. Ni repitiendo alineación por tercera vez, logró el Barça sacar adelante un partido en un campo en el que nunca se sintió a gusto. Muy comprimido en una cancha chica, se mostró incluso perezoso. El tridente descarriló y a la que tuvo que intervenir Rexach tampoco arregló nada, de manera que la base futbolística del plantel parece hueca. El equipo firmó una derrota en un estadio que le era favorable desde 1978 aun cuando el Rayo le dio la oportunidad de ganarlo por segunda vez por una concesión de su portero. Pero el Barça no tiene autoestima y se achanta a la que los rivales le invitan a tomar la palabra. Ya pasó en Riazor, en el Bernabéu, en Mendizorroza y en tantos otros campos. El único al que le lleva al pairo lo que hacen los demás es el Alavés, un valor tan seguro que si el miércoles gana el partido aplazado con el Rayo en Vallecas atrapará al Madrid. Mané ha dejado a Toshack en mal lugar, aunque peor lo tiene Rojo después de la derrota del Zaragoza en Sevilla.
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