'Los fondos europeos sólo irán a los países donde se pueda investigar'
Carlos Romeo Casabona (Zaragoza, 1952) es experto en los temas jurídicos que rodean al uso de embriones humanos en investigación,director de la Cátedra de Derecho y Genoma Humano de la Universidad del País Vasco y forma parte de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida.
Pregunta. Francia va a permitir investigar con embriones humanos. ¿En qué medida repercutirá en el resto de países de la UE?
Respuesta. Lo que Francia propone ya lo recogió en su informe la Comisión Nacional española en la primavera de 2000. Lo que ocurre es que no permitieron que se hiciera público hasta noviembre del año pasado.
P. Cada país de la UE tiene una legislación diferente. ¿Cómo repercutirá en la investigación?
R. Afectará a la competitividad. La Comisión Europea sostiene que la diversidad cultural enriquece a Europa, pero en la investigación con células madre embrionarias hay implicados grandes intereses económicos. Sería ingenuo no tener en cuenta que existen fondos europeos para la investigación que sólo los recibirán los países cuya legislación permita trabajar en estas áreas. Empresas y científicos deberían disponer de los mismos medios legales dentro de la UE. Las líneas de investigación con células madre, embriones o cordones umbilicales están abiertas.
P. ¿Cuál es el marco legal europeo en la investigación con embriones?
R. En la UE se da el espectro completo, desde los muy restrictivos como Alemania, cuya ley prohíbe investigar con embriones, hasta la más permisiva, el Reino Unido, que permite crear embriones para investigación. Entre estos extremos está Italia, dividida entre los muy vaticanistas y los muy laicos, que no se han puesto de acuerdo. España cuenta con la ley de 1988, muy moderada, en la que se autoriza la investigación con embriones no viables o con alguna tara, lo que es muy restringido. La Comisión considera que hay aspectos de la ley a revisar. En Alemania se importan células madre porque no está regulado. Pero en España comercializar con preembriones, hasta 14 días, o con sus células, importarlos o exportarlos se considera falta muy grave.
P. ¿Cómo opera la Comisión?
R. La preside el secretario de Estado de Sanidad. Pienso que no debería estar controlada por los poderes públicos o los partidos ya que, si no encuentran una oportunidad política, pueden bloquear la salida de un informe. Debería ser una comisión de expertos asesores con algún responsable público que aporte su punto de vista, pero nada más. En Francia, donde la Comisión funciona bastante bien, está representado todo el espectro social y hasta las diferentes confesiones religiosas, pero no hay control político.
P. La ministra de Sanidad anunció que se va a cambiar la ley de reproducción asistida.
R. No ha dado ningún paso.
P. ¿Cuál es el papel de los científicos en este debate?
R. En algunos casos los investigadores están actuando de forma poco responsable. Para crear una demanda social están creando falsas expectativas. La clonación terapéutica va a tardar mucho tiempo en ser una realidad. Hay mucha gente con enfermedades incurables a la que se puede hacer creer que será un hecho a corto plazo.
P. ¿Es legítimo que el Reino Unido permita a partir de 2006 que las aseguradoras pidan a sus clientes un informe genético para contratar una póliza?
R. Creo que ha lanzado un globo sonda para ver cómo reacciona la opinión pública y ampliarla si no hay críticas. Permitir que las compañías hagan un seguro diferente es totalmente discriminatorio. En España, la ley de prevención de riesgos laborales no es muy clara en este tema, pero el Convenio del Consejo de Europa -que el Reino Unido no ha ratificado- dice que sólo se podrán utilizar pruebas genéticas con fines médicos o de investigación médica.
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