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Tribuna
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La solución al problema

El Consell ha querido que en el campo ambiental esta legislatura sea recordada como aquella en la que se resolvió el principal problema ambiental de nuestra Comunidad: el tratamiento de los residuos. La Administración debe ofrecer una respuesta que garantice su correcto tratamiento. Esta respuesta pasa, básicamente, por el diseño de una política de prevención en la producción de nuevos residuos y una correcta y adecuada valorización y eliminación de los ya producidos.

El punto de partida de este proceso lo constituyó el Plan Integral de Residuos aprobado la pasada legislatura. El Plan sentó las bases de identificación y diagnóstico de la problemática. Fijado éste, se trataba en esta legislatura de dotarse del marco legal idóneo, los instrumentos de planificación oportunos y las infraestructuras necesarias.

Y hoy, a dos meses vista del primer aniversario de la entrada en vigor de la Ley Valenciana de Residuos, estoy en condiciones de mantenerme ya no firme en dicho planteamiento si no aún más convencido si cabe de ello. Nada está siendo dejado en manos de la improvisación y, lo más importante, en esta fase y gracias a la aprobación de la Ley hemos establecido unas nuevas posibilidades de gestión que nos van a permitir solventar ya no sólo un déficit de instalaciones sino también, y lo que es más importante, de ideas. La puesta en marcha de este proceso ha permitido pasar en pocos años de tratar apenas un 40% de nuestros residuos urbanos a más de un 60% en la actualidad. Con la planta de Onda ejecutada en la legislatura anterior, la puesta en marcha de plantas como las de Villena, Xixona, Alcoy, Alicante o Elche, las plantas de envases ligeros de Castellón, Benidorm y Alzira y la aprobación y desarrollo de los Planes Zonales de Residuos de las zonas norte de Castellón o de ámbitos tan importantes como el área urbana de Valencia, el Camp de Morvedre, la zona sur de Castellón o las Marinas vemos muy próximo el objetivo de tratar el 100% de la basura.

Estas actuaciones, unidas a la construcción de ecoparques, al sellado de vertederos ilegales o a la descontaminación de suelos, va a traducirse en la inversión de unos 300 millones de euros (casi 50.000 millones de pesetas) los próximos años. Pero todas estas actuaciones requieren de la colaboración y la solidaridad entre los diferentes municipios. Se trata de un elemento nuclear en el diseño de nuestra política que debe servir para vertebrar nuestro territorio estableciendo las contraprestaciones necesarias a favor de aquellos municipios que alberguen las diferentes instalaciones de tratamiento.

Pero no podemos detenernos aquí. Existen nuevos retos a los que hacer frente. Nuevos residuos que tratar que requieren de nuestra atención. Las harinas cárnicas, los neumáticos y vehículos fuera de uso, los frigoríficos, los ordenadores, los PCB'S o los medicamentos caducados son buena muestra de ello. El Consell ya está dando una respuesta satisfactoria tanto en términos de prevención como de valorización y eliminación del residuo sobre la base bien de la construcción de nuevas instalaciones de tratamiento bien de la elaboración de normas reguladoras de un procedimiento óptimo de gestión.

Fernando Modrego. Consejero de Medio Ambiente.

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