Chaves recuerda al Gobierno que no necesita su permiso para ir a Marruecos

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, reiteró ayer su intención de viajar en breve a Marruecos y anunció que fijará la fecha definitiva de su visita 'independientemente' de que el embajador marroquí haya vuelto o no a Madrid, al tiempo que advirtió de que no necesita 'autorización' del Gobierno para desplazarse a este país.

En una entrevista, Chaves garantizó que, una vez que haya cerrado definitivamente la fecha del viaje, el Gobierno español estará 'perfectamente informado' y añadió: 'Siempre que he viajado a un país de fuera de la Unión Europea lo he puesto en conocimiento del Ministerio de Asuntos Exteriores, hemos hablado sobre el viaje, he preguntado si quieren algún mensaje especial para las autoridades de ese país y el embajador de España siempre me ha acompañado'.

Tras indicar que no se marca un 'plazo determinado' para la visita, el presidente andaluz quiso dejar claro que el retorno o no del embajador a Madrid 'no va a incidir' en la fecha definitiva del viaje, aunque reconoció que será 'mucho mejor' si ya ha vuelto'.

En su opinión, el objetivo de la Junta con este viaje es 'tratar de ayudar a mejorar las relaciones entre Marruecos y España y, en segundo lugar, porque hay temas que afectan a los andaluces y que no pueden esperar relacionados con la pesca, los productos agrarios o la inmigración'.

En la entrevista, Chaves afirmó que la dirección del PP andaluz está 'desfondada' y sufre una 'crisis de liderazgo' que afecta a su presidenta, Teófila Martínez, como resultado de la 'estrategia suicida' que viene practicando en la comunidad en los últimos meses con el objetivo de 'crispar el debate político y tratar por todos los medios de destruir al adversario'.

Dijo que el 'gran desfonde' del PP en Andalucía es fruto de una estrategia que, a su juicio, se resume en 'disparar a todo lo que se mueve: nada le gusta, todo está mal, nada le parece bien, cualquier iniciativa que sale de la Junta de Andalucía es rechazada sin merecer siquiera un mínimo de atención, estudio o valoración'.