Las visitas a las bibliotecas de Barcelona crecen el 31% y llegan a 2,3 millones

Más visitas, más préstamos. La operación de desacralización de las bibliotecas que están llevando a cabo el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona ha calado en los ciudadanos. Sólo en 2001 las bibliotecas públicas de la ciudad recibieron la visita de 2.327.815 personas, más de medio millón de usuarios más que en 2000 y casi un millón más que en 1998, cuando se puso en marcha el Plan de Bibliotecas. Los préstamos de libros crecieron el año pasado el 33%: fueron 1.409.596.

14.500 personas asistieron en 2001 a las actividades de 'L'Aventura de Llegir'

El aumento de las cifras de utilización de las bibliotecas públicas acompañaron la inauguración, en el año pasado, de tres centros, que suman cerca de 2.000 metros cuadrados y dejan la red de bibliotecas de la ciudad en 25 equipamientos que ocupan 20.000 metros cuadrados, casi el doble que en 1998.

La extensión de la red de bibliotecas públicas de Barcelona suma 'cuatro Macbas', señaló ayer el concejal de Cultura de Barcelona, Ferran Mascarell, durante una visita por cuatro de estos centros en la que se facilitaron estas cifras. La comitiva, a la que se sumó durante un rato el alcalde, Joan Clos, sorprendió a los grupos de estudiantes que estos días de exámentes ocupan en masa los puestos de lectura abiertos a la luz natural. Y si no de lectura, de conexión a Internet: en 2001 se produjeron más de 139.000 accesos a la red desde las bibliotecas municipales.

La aplicación del Plan de Bibliotecas -que depende desde principios del año pasado del Consorcio de Bibliotecas de Barcelona, constituido por el Ayuntamiento y la Diputación- prevé que la ciudad disponga de 40 centros públicos en 2010, 11 de distrito -con un mínimo de 2.000 metros cuadrados-, 28 de barrio -entre 300 y 1.000 metros cuadrados- y el Born, que ejercerá de biblioteca central y cuya gestión dependerá de la Generalitat.

En el último año se han abierto las bibliotecas de barrio de la Barceloneta-La Fraternitat, que dispone de más de 700 metros cuadrados, la de Poble Sec-Francesc Boix, con 600 metros cuadrados, y la de Montbau, de 500 metros cuadrados. Con ello, hay disponibles cinco bibliotecas de distrito, con unos fondos globales de entre 35.000 y 40.000 volúmenes (que incluyen libros, revistas, discos compactos, DVD y CD-Rom), y 20 de barrio, que suman en conjunto unos 15.000 volúmenes.

El consorcio dispone este año de un presupuesto de 6,7 millones de euros (1.116 millones de pesetas) para los gastos de funcionamiento de los centros, aportados en un 60% por el Ayuntamiento y en un 40% por la Diputación. En cuanto a la inversión en obras será de otros seis millones de euros aportados casi en su integridad por el Ayuntamiento, aunque Mascarell expresó la voluntad municipal de que la Generalitat aporte, en partidas futuras y atendiendo a las ayudas a los ayuntamientos para la creación de infraestructuras, hasta el 50% del coste de las mismas: 'Hemos pedido una atención especial al consejero de Cultura que espero que se produzca pronto', afirmó Mascarell.

Durante el año 2002 se prevé la inauguración de tres nuevos equipamientos. En abril se abrirá la biblioteca de barrio de Torrent de l'Olla-Travessera de Gràcia (Gràcia), con una superficie de 800 metros cuadrados. El mes siguiente, la de Vallvidrera (Sarrià-Sant Gervasi), con 500 metros cuadrados. Pasado el verano, se inaugurará la de Can Fabra (3.000 metros cuadrados), que ejercerá de biblioteca de distrito de Sant Andreu y que incluirá el traslado de los fondos de la actual biblioteca de barrio Ignasi Iglésias. En total, a finales de este año la ciudad contará con 27 centros que sumarán 23.200 metros cuadrados.

A todos estos equipamientos hay que añadir otros siete que iniciarán el proceso de obras de construcción o de reestructuración durante 2002 en Ciutat Vella (Francesca Bonnemaison), Eixample (Fort Pienc y Sant Antoni), Sants-Montjuïc (Zona Franca), Gràcia (Lesseps), Horta-Guinardó (Carmel) y Sant Andreu (Bon Pastor). Asimismo, hay cuatro espacios en fase de proyecto: Sagrada Família, Horta, Roquetes y Can Saladrigas.

El incremento de usuarios de las bibliotecas se explica también por un constante aumento de los horarios de los centros y por las numerosas actividades que se han impulsado en los últimos años y que han atraído a un público variado, que abarca desde los más pequeños hasta jubilados: los Clubs de Lectura, que actualmente reúnen a unas 500 personas en 17 grupos; el servicio de préstamo en casa, destinado a personas de movilidad reducida; L'Aventura de Llegir, un programa con unas 350 actividades al año entre las que se incluyen encuentros con escritores, lecturas de cuentos e itinerarios literarios y que en 2001 convocó a unas 14.500 personas; los Aperitius Musicals, un ciclo de conciertos que se realizan los sábados por la mañana; las actividades infantiles de El món dels tovets, que pretende acercar a los más pequeños a los libros, y el servicio BiblioMercat de la biblioteca de Garcilaso, que ha instalado un servicio de préstamo en un puesto del mercado de Felip II. Además, se ha puesto en marcha un servicio de préstamo interbibliotecario que pone a disposición del usuario los fondos de todas las bibliotecas de la provincia. El próximo verano está previsto un programa de actividades culturales.

Durante el año pasado se ha pasado de las 760 horas semanales de atención al público a 955, un 25,6% más. Asimismo, durante el último mes de agosto -periodo vacacional en el que se cerraban tradicionalmente todas las bibliotecas- se mantuvo en funcionamiento un mínimo de un centro por distrito. Algunas de las bibliotecas mantienen abiertas sus puertas en horario nocturno, hasta la una de la madrugada, para atender las demandas de los estudiantes. Durante 2002, explicó Marta Clari, gerente del Consorcio de Bibliotecas, está previsto continuar con la ampliación de los horarios para llegar a un mínimo de 1.035 horas semanales.

Las bibliotecas populares de Barcelona han iniciado también un proceso de especialización temática. La del Vapor Vell (Sants), por ejemplo, está dedicada a las músicas urbanas. La Poble Sec-Francesc Boix, cuyo nombre homenajea al fotógrafo que contribuyó a testimoniar los horrores del campo de concentración de Mauthausen y que declaró como testigo en los juicios de Núremberg contra altos dirigentes del nazismo, a la cultura de la paz. La Xavier Benguerel (Vila Olímpica), al cine. La de Nou Barris, al mundo del circo. La Mercè Rodoreda (Horta-Guinardó) a la poesía. La Francesca Bonnemaison, a la mujer. La de Torrent de l'Olla, a las culturas del Mediterráneo.