Pujol cede protagonismo a Mas
Desde que en enero del año pasado el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, decidió nombrar a Artur Mas conseller en cap, ha habido un reparto de papeles: Mas se ha ido ocupando del contingente día a día, mientras que Pujol se ha quedado con lo trascendental, la globalización y las grandes apuestas de Cataluña. 'De eso no voy hablar; ahora tengo un conseller en cap', aseguraba ayer en San Francisco un Pujol al filo de final de su viaje a California y dispuesto a no abrir la boca sobre asuntos de política catalana. Por una razón, dijo: 'Porque él [por Mas] asume mi papel cuando yo no estoy'. Y todo esto en vísperas de la confirmación del conseller en cap como sucesor, en la gran fiesta de la coalición nacionalista el próximo domingo.
El presidente ha evitado los asuntos de política catalana en su viaje a California
Pujol, contra todo pronóstico y en un año, ha asumido personalmente papeles y ha logrado objetivos que parecían difícilmente alcanzables para él y para Convergència i Unió (CiU): ha nombrado sucesor, evitando una crisis descontrolada en la coalición, y está cediendo protagonismo a Mas con más facilidad de la que por acreditada tradición era de esperar.
Con la vista puesta en el acto de consagración de Mas del domingo, Pujol decidió ceder terreno a su sucesor. De hecho, lo ha intentado durante todo el viaje que desde el pasado domingo y hasta el filo de la medianoche de ayer ha realizado a California y específicamente al área más desarrollada educativa y tecnológicamente: San Francisco y sus campus universitarios circundantes -Berkeley y Standford- y Silicon Valley.
En los primeros días de esta visita, el presidente catalán tuvo que salir al paso del ofrecimiento de ministerios por parte del Gobierno de José María Aznar. Prácticamente contra su voluntad, respondió con un despeje fuera del terreno a ese balón envenenado que le envió su homólogo en el Ejecutivo central.
El resto de los días Pujol ha evitado cualquier interpretación política de sus palabras, como parte del experimento de dejar a Mas al frente 'de la casa', en expresión del presidente. Por eso, ayer tan sólo accedió a salir al paso de algo que le atañía directamente: la dimisión del secretario para la Inmigración, Àngel Miret. 'Es falso que haya dejado el cargo por discrepancias conmigo; él ya hacía mucho tiempo que me había comunicado su intención de dejarlo y también es falso que haya dejado el cargo por discrepancias con la campaña Ja som més de 6 milions', explicó. E inmediatamente Pujol volvió a centrarse en su viaje californiano, que es más un chequeo y un tomar nota de los avances de la república del oeste de Estados Unidos que una visita con objetivos. En este terreno hay que subrayar la visita a la empresa catalana Agrupaciones Informáticas Avanzadas, una firma que trabaja en un software para prevenir los cortes de energía tan frecuentes en California después del fiasco de la liberalización del sector.
Pujol también recorrió las instalaciones del sincrotrón de Standford y visitó la firma SRI, que trabaja con contratos del Ejército norteamericano. Esta compañía fabricó el primer mouse de ordenador -una pieza de madera que tiene expuesta en sus vitrinas y que data de 1964- y ahora mismo trabaja en polimeros capaces de transportar energía.
En una próxima guerra, los soldados estadounidenses pueden ir equipados en sus zapatos con estos polimeros que convierten la energía mecánica en eléctrica -al caminar, por ejemplo- y la transmiten para alimentar los avanzados aparatos eléctricos con que cargan los militares. A la pregunta de si este logro puede aplicarse para el ahorro energético a los automóviles no hubo respuesta, aunque se intuye que puede desagradar a las grandes petroleras norteamericanas.
El baño tecnológico de Pujol concluyó con colofón político, una entrevista con el alcalde de San Francisco, Willie Brown. A la una de la madrugada de hoy estaba previsto que el presidente iniciase su viaje de regreso a Cataluña.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.