La policía de Vitoria escolta a diario un autobús urbano ante los ataques sufridos por parte de una familia
Desde hace dos semanas, efectivos de la Policía Municipal de Vitoria escoltan a uno de los autobuses urbanos a su paso por la localidad de Aretxabaleta, en la periferia sur de la capital alavesa. Los agentes realizan su labor de vigilancia desde un coche patrulla y en ocasiones desde el interior del propio transporte público. Semejante despliegue de medios es debido a la actuación de los miembros de una familia residente junto a la ruta del urbano que ha protagonizado diversos ataques contra el vehículo.
Los conflictos se iniciaron hace tres meses. El recorrido del autobús de la línea Asteguieta-Campo de los Palacios alcanza nueve veces al día una zona alejada del centro de la ciudad, en donde debe realizar un giro para volver a reintegrarse en el entramado urbano. En ese punto, se mueve por una estrecha carretera junto a una vivienda donde residen familias de etnia gitana que consideran que el paso del vehículo les limita su zona de esparcimiento junto al inmueble, en la que juegan los niños y aparcan varias furgonetas y turismos.
Las acciones han sido 'esporádicas' según el concejal de Protección Ciudadana y del transporte urbano, Miguel Ángel Echevarria, pero lo suficientemente graves para que conductores y usuarios de la línea hayan planteado quejas. 'Han puestos obstáculos en el camino, han lanzado piedras y en alguna ocasión hasta perdigones', indica el edil vitoriano. 'Hemos tenido que poner vigilancia para que el tema no llegue a mayores', añadió, aunque indicó que la presencia de los agentes es considerada como transitoria desde el Ayuntamiento. Los servicios sociales y la asociación de apoyo al colectivo gitano, Gao Lacho Drom, se han puesto en contacto con las familias para explorar otras vías de solución.