Protesta ciudadana ante la delegación de la Generalitat

Un centenar de personas se concentraron ayer por la tarde ante la delegación del Gobierno de la Generalitat en Tortosa, convocados por los Jóvenes de la Plataforma para la Defensa del Ebro, para protestar contra los episodios de contaminación en el río. Los antitrasvase simbolizaron la 'muerte del río' vertiendo peces muertos ante la puerta de acceso a la delegación de la Generalitat y reclamaron la dimisión de los responsables de todas las administraciones y organismos competentes en política hidráulica, especialmente la del delegado del Gobierno de la Generalitat, Francesc Sancho.

Según la plataforma, las sucesivas regulaciones del Ebro y los continuados vertidos ponen de relieve la necesidad de aplicar una nueva gestión del agua que excluya los trasvases. 'El río lleva poco caudal y ello afecta mucho más. El río está en crisis: cualquier vertido agrava su situación', explicó el portavoz de la plataforma, Manuel Tomàs.

El viernes por la noche, unas 300 personas asistieron a una asamblea informativa en Miravet (Ribera d'Ebre) convocada por todas las plataformas del sur de Cataluña, grupos ecologistas y sindicatos. Tras exigir soluciones inmediatas y un mayor control de las administraciones para mejorar la calidad de las aguas, los antitrasvase convocaron a la población a manifestarse el próximo 17 de febrero en Deltebre y el 10 de marzo en Barcelona para reclamar la retirada del Plan Hidrológico Nacional.