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MÚSICA

H-P inventa un pinchadiscos electrónico que programa música según la reacción del público

Unas muñequeras envían al ordenador datos de los movimientos, latidos del corazón y transpiración del público

Un equipo de investigadores de los laboratorios de Hewlett-Packard en Bristol (Reino Unido) ha desarrollado un rival informático del pinchadiscos, el hpDJ. Este sistema de inteligencia artificial imita al pinchadiscos, e incluso cambia la música atendiendo a la reacción que reciba del público de una discoteca. El hpDJ está basado en un algoritmo genético. Las obras musicales son los genes y la conducta del público, los factores más apropiados que decidirán la mejor combinación que sobrevivirá en la mezcla.

El sistema usa los cortes de discos en formato digital (wav o mp3, por ejemplo), previamente escogidos por una persona. El algoritmo analiza cada una de las piezas y mide su duración y tempo (el ritmo que tienen las canciones de música de discoteca por minuto: 140 pulsaciones en una canción dance; 160, la máquina). Entonces decide el orden de la música y fusiona el final de cada pieza con el inicio de la siguiente sin cambios bruscos.

Más información
HPDJ::
DATABEAT::

El programa actúa como un dj real, alterando el tempo (acelerando o disminuyendo la velocidad de la música) para sincronizarlo durante el periodo de fusión de los cortes y eliminar las diferencias de fase; por ejemplo, en una mezcla de 20 segundos de duración de una pieza que finaliza a 125 golpes por minuto y otra que comienza a 130, acelera la primera y hace más lenta la segunda, según Dave Cliff, investigador de HP y antiguo profesor del MIT. Cliff sabe de lo que habla: en su tiempo libre es pinchadiscos.

Todavía no comercializa el software, pero la multinacional estudia sacar una versión que permita a los aficionados escoger las piezas por Internet, mezclarlas como si se tratara de un profesional y montar un guateque mix en casa, como en el tiempo de los populares comediscos.

Al ritmo del corazón

El arte de un dj es más humano, pero el ordenador le aventaja por su mayor exactitud. Para una persona es más difícil distinguir las pequeñas variaciones del ritmo. La publicación New Scientist probó el invento en un club de Londres y consiguió engañar a casi la mitad del público, que bailó convencido de que la música la ponía un dj de carne y hueso desde la cabina de mezclas.

Cliff y su equipo trabajan en una especie de reloj de muñeca personal con conexión inalámbrica. Este aparato, dotado de un acelerómetro, informará al ordenador sobre la posición de cada persona y sus movimientos, los latidos del corazón y la transpiración corporal.

Si el sistema informático nota que hay poca gente en la pista o ésta baila con poco entusiasmo, cambiará la combinación musical y le imprimirá mayor velocidad; o bajará las revoluciones para que la gente deje la pista y vaya a por una copa. Si llega la hora de cierre, pondrá música relajante.

Un sistema parecido es Databeat DJ Master, instalado en más de mil bares y pubs del Reino Unido; a diferencia de hpDJ, Databeat no es automático y necesita que alguien introduzca en el ordenador las etiquetas que describen el contenido de cada canción; tampoco puede especificar la secuencia.

Cliff también piensa añadir al hpDJ un módulo que facilite la grabación de la música generada en una sesión en directo. Para las discográficas podría significar el ahorro de mucho dinero: un guru de las pistas cobra una millonada por hacer una renombrada compilación.

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