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CiU hace oficial la candidatura de Mas para la presidencia de la Generalitat

Pujol y Duran garantizan el apoyo de los dos partidos de la coalición a Mas

Enric Company

Jordi Pujol y Josep Antoni Duran Lleida, los líderes de los dos partidos federados en Convergència i Unió (CiU), anunciaron ayer conjuntamente la designación oficial de Artur Mas como próximo candidato de los nacionalistas catalanes a la presidencia de la Generalitat. Los dos dirigentes garantizaron su pleno apoyo a Mas, un gesto particularmente significativo en el caso de Duran porque él también aspiraba a lograr la candidatura. Pujol fue tan lejos como pudo y afirmó que Mas es una opción de futuro mejor que él mismo.

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El comité ejecutivo de CiU designó a Mas por asentimiento, a propuesta de Pujol y de Duran, en aplicación de un calendario puesto en marcha inmediatamente después de las elecciones autonómicas de 1999.

La candidatura de Pujol recibió en aquellas elecciones menos votos que la del socialista Pasqual Maragall, aunque CiU logró tres diputados más gracias a que la normativa electoral prima el voto rural. Los nacionalistas comprendieron entonces que había llegado la hora de la renovación y diseñaron un programa para sustituir a Pujol. Pero Unió apostó por Duran y Convergència por Mas. El forcejeo entre los dos partidos lo resolvió Pujol en favor de su candidato, Mas, y ahora hace un año le nombró conseller en cap o consejero jefe del Gobierno catalán, gesto con el que le ungía como su heredero.

Con este proceso CiU ha intentado, explicó ayer Pujol, 'dar garantía de futuro' e 'inspirar confianza' en sus electores. En dos sentidos, especificó. Lo primero era garantizar la supervivencia de la propia CiU como fuerza política. Eso se logró convirtiendo la coalición CiU en una federación. La segunda necesidad era designar un candidato a la presidencia de la Generalitat que fuera aceptado por todos. Es decir, particularmente, por Duran. Éste es el punto que ayer se superó con la designación formal de Artur Mas por la federación, de la que Duran es el secretario general y Pujol, el presidente.

El jefe del Ejecutivo catalán reconoció que, en las elecciones de 1999, la debilidad de esas garantías fue la causa de que CiU obtuviera su peor resultado electoral y que su valoración en los sondeos descendiera todavía más tras aquellos comicios. 'Ahora tenemos la sensación de que hemos recuperado la valoración perdida como partidos', dijo, 'y también tenemos la impresión de que vamos a más'. Pujol elogió a Mas. Afirmó que tiene 'el perfil adecuado' y 'una gran pasión por Cataluña'. Duran se limitó a señalar: 'Ahora comenzamos a preparar las elecciones'.

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CiU celebrará el día 20 un mitin en Barcelona con la finalidad de presentar en público la federación y su nuevo candidato a la presidencia de la Generalitat para las elecciones de 2003. La campaña de lanzamiento de Mas se incrementará a partir de ahora, para recortar la ventaja que Maragall le lleva en los sondeos.

El primer reto que ha de superar ahora CiU es, sin embargo, el de terminar dignamente la legislatura para lo que necesita evitar la humillaciones a que le somete el PP. La comisión ejecutiva de CiU se ratificó ayer en su voluntad de agotar los cuatro años de legislatura. Pujol tiene previsto entrevistarse con Aznar en febrero, para sondear las expectativas de colaboración. La dirección nacionalista acogió sin oposición la propuesta de Xavier Trias para que Pujol se entreviste también con el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a fin de conocer de primera mano el alcance de sus posiciones sobre política autonómica.

La designación de Mas fue acogida por la oposición como un mero acto formal que no aporta novedad, pues la decisión de colocarle como heredero de Pujol era ya conocida desde hace casi dos años. El portavoz socialista, Miquel Iceta, afirmó que en CiU han comenzado también las rebajas, pues a todas luces se trata de un candidato de menos fuste que Pujol. El PP pidió a CiU por boca de Alicia Sánchez Camacho que 'deje de hacer electoralismo'. El republicano Joan Ridao recriminó a CiU por introducir un factor de inestabilidad política y el presidente de Iniciativa-Verds, Joan Saura, señaló que la gestión de Mas como consejero jefe ha demostrado ya que 'no está a la altura de las circunstancias'.

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