CiU lanza hoy la candidatura de Mas como 'delfín' de Pujol
El sucesor fijará su proyecto nacionalista para los próximos 15 años
Convergència i Unió (CiU) quiere convertir la jornada de hoy casi en el día uno de la era Mas. El líder de la formación, Jordi Pujol, pasará solemnemente el testigo a su delfín, Artur Mas, en el acto público de proclamación de éste como candidato a la presidencia de la Generalitat, lo que supondrá el primer relevo en el principal puesto electoral de CiU en sus 22 años de historia. La formación nacionalista, que según la mayoría de sondeos va por detrás de los socialistas, ha reservado todo el protagonismo para Mas, quien hoy fijará el marco de su proyecto nacionalista para los próximos 15 años.
Aunque Pujol seguirá, salvo sorpresas, como presidente de la Generalitat y de CiU, el acto de hoy tiene una gran importancia en el complejo proceso de sucesión de Pujol, cuyo férreo liderazgo durante tantos años supone una anomalía en España: CiU es la única formación que había mantenido hasta ahora al mismo referente político y electoral desde la transición y concentrado en una sola persona, Jordi Pujol, presidente de la Generalitat desde 1980.
El líder de CiU ha visto caer uno tras otro a todos los aspirantes a sucederle -el más notable, Miquel Roca, pero también Josep Maria Cullell, Joaquim Molins, Joan M. Pujals y otros que arrojaron la toalla ante la buena salud del líder-, pero en 1999, tras obtener menos votos que Pasqual Maragall, asumió él mismo el reto de pilotar la transición: aconsejado por su entorno más cercano, se decidió por Artur Mas y desde entonces ha aplicado con milimétrica precisión su plan para promocionarlo, que culmina hoy, con su aclamación como candidato.
En el acto de hoy CiU reserva todo el protagonismo para Artur Mas: por primera vez en la historia, Jordi Pujol no será el eje de un acto importante de CiU, sino que ejercerá de telonero para encumbrar a Mas. Y éste no será un gesto aislado: durante su viaje a California, de donde Pujol regresó ayer, el veterano dirigente ha rehuido opinar sobre asuntos de política catalana para potenciar a su delfín.
CiU no va a ahorrar recursos en su intento de dar a conocer a su nueva cara electoral. La formación nacionalista colocó el jueves 800 grandes banderolas con la foto de Mas en Barcelona con un formato equivalente al de las campañas electorales. Paralelamente, el Gobierno catalán ha lanzado una campaña publicitaria que toda la oposición ha considerado que persigue el único objetivo de potenciar a Mas. Y es que el candidato nacionalista sigue por detrás de Maragall en los sondeos y su nivel de conocimiento entre los ciudadanos, según las encuestas del propio Gobierno, está estancado desde hace un año en el 63%, cuando Maragall supera el 92%.
Mas, que hasta ahora se ha movido a la sombra de Pujol, lleva días preparando a conciencia el discurso para su puesta de largo ante los militantes. Sus colaboradores han adelantado que hoy presentará un proyecto nacionalista propio para los próximos 15 años y que él mismo abanderará la nueva batería de reivindicaciones autonómicas que el Gobierno catalán planteará a José María Aznar para distanciarse del PP.
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