Los 'trenes boa' y las 'fotos flotador'

Mañana fría del sábado 29 de diciembre, el día después de las inocentadas. Hago mi primer viaje del día en el metro, compro un billete metrobús y ya en el tren echo una ojeada a EL PAÍS. En la primera página de Madrid veo al presidente de la Comunidad y al consejero de Obras Públicas y Transportes a bordo de un nuevo tren para el metro: el tren boa, lo llaman. Estos actos y estos nombres dan mucho para pensar sobre lo que estos señores, máximos responsables del transporte público en Madrid, hacen y sienten por todos los trabajadores que usamos este medio.

Veamos, por ejemplo, algunas connotaciones del nombre dado al tren (tren boa). Sin duda es mera casualidad que no tiene relación con la glotonería navideña de la subida de tarifas, ni con la masificación de los trenes en tantas líneas, ni con el ensordecedor ruido de los trenes de la línea 5 (que devora cualquier posibilidad de conversación), etcétera. Esta mañana, cuando he comprado el billete, nadie sabía, ni viajeros ni trabajadores, hasta cuándo me valía tras el cambio de tarifas.

Otra connotación del tren boa: los tramos suspendidos en las líneas 10 y 9. ¿Va a dar una rueda de prensa el señor consejero para explicar a todos los ciudadanos el retraso en la reapertura de la línea 9? Después de asegurar, con gran vanagloria, que esta Nochevieja podríamos recorrer toda la línea 9, ¿con qué actitud explicará las razones del retraso hasta febrero?

La verdad es que los responsables de este transporte y de su deterioro siempre disponen de fotos que les sirven de flotadores políticos.-