Una asociación combatirá las trabas para urbanizar el centro de Valencia

Las dificultades para urbanizar en el centro histórico de la ciudad de Valencia ha provocado que los promotores hayan decidido fundar una asociación para defender sus intereses. Sin ánimo de lucro, la Asociación de Promotores Inmobiliarios del Centro Histórico de la Ciudad de Valencia, que ya se ha presentado para su inscripción en el registro de asociaciones, intentará combatir trabas como el alto coste de las excavaciones arqueológicas, la construcción de aparcamientos o diversos impuestos locales.

Diversos promotores inmobiliarios, 'interesados en la regeneración y rehabilitación del centro histórico de la ciudad de Valencia', decidieron en diciembre pasado crear una asociación que permitiera facilitar su trabajo a la hora de construir en barrios como El Carme, Mercat, Velluters o Seu-Xerea, todos ellos protegidos.

Sus objetivos principales giran en torno a 'la regeneración del centro histórico mediante la promoción y rehabilitación de viviendas de manos de la iniciativa privada, y la defensa de los intereses de los promotores frente a cualquier organismo público o privado, velando por los intereses generales de estos problemas comunes'.

Los promotores se quejan, sobre todo, de las trabas que se encuentran a la hora de hacer nuevas construcciones dentro del los Planes Especiales de Protección del Centro Histórico, ya que suponen costosas excavaciones arqueológicas.

'Teóricamente', explica Ángel Lázaro, de la empresa Inmuebles Soler y presidente de la nueva asociación, 'las excavaciones forman parte del dominio público, engrosan la memoria histórica de la ciudad, pero en la realidad el promotor sufraga el coste íntegro de estas actuaciones arqueológicas; y eso al margen de la inseguridad que provoca la incógnita de lo que se va a encotrar, que siempre es susceptible de ser protegido, y del tiempo de demora que acarrea a las obras'.

Lázaro, que recuerda que el casco histórico de Valencia es 'el más extenso de Europa después del de Sevilla', también se queja de los problemas que supone dotar de aparcamientos subterráneos a las actuaciones que acometen. Según afirma, hay varios promotores que, debido al tamaño de los solares que ocupan así como a las pendientes de las rampas y las curvaturas de radio permitidas, se encuentran con auténticos problemas para hacer garajes. Lázaro apunta como posible solución en ciertos casos que el Ayuntamiento de Valencia enajenara, 'al igual que hacen ciudades como Barcelona, Madrid o Bilbao', el subsuelo público, por ejemplo, el de ciertas plazas previstas en el centro histórico de la ciudad.

La lentitud en la tramitación de los expedientes en casos que requieren una urgente rehabilitación; la inseguridad ciudadana, que les supone robos en las obras; ciertos impuestos locales que hacen más costosas las rehabilitaciones, y la discrepancias entre Cultura y el Ayuntamiento son otros problemas que les preocupan.