Suecia busca ya fechas para votar su entrada en la zona euro

La puesta en marcha de la moneda común entre 12 países de la Unión Europea impulsó súbitamente el debate sobre el la posibilidad del ingreso de Suecia en la eurozona. Hasta el punto de que por primera vez se barajan fechas -la más alejada en el tiempo sería en la primavera del 2003- para la realización del plebiscito en el que la ciudadanía dirá la última palabra sobre este controvertido asunto.

La profusa difusión de los actos que acompañaron el nacimiento del euro desde Bruselas y las capitales de los países afectados por la medida tuvieron un efecto positivo sobre una población que hasta ahora se ha mostrado bastante escéptica al respecto. No tanto como una expresión de rechazo a la moneda comun -sobre la cual los ciudadanos de a pie no tienen mayor información- sino como una secuela del rechazo a todo el proyecto de la UE en el que los suecos no han visto, desde su ingreso en 1994, cumplirse ninguna de las promesas que les fueron formuladas entonces por los partidarios del sí.

Por el contrario consideran que en muchos aspectos, tanto económicos como desde el punto de vista democrático, ese ingreso ha sido una de las causas del deterioro del famoso modelo sueco. Desde hace dos días, sin embargo, la situación ha mostrado otras facetas, en parte por los efectos psicológicos de la abundante información sobre el nacimiento de la nueva moneda, pero además porque las encuestas de opinión difundidas indicaban, por primera vez desde que comenzó este debate, una tendencia levemente mayoritaria en favor de la adhesión.

Apoyo del primer ministro

Otra coincidencia favorable fue que la corona sueca se fortaleció respecto al dólar y al euro, tras la entrada en vigencia de la nueva divisa y también a causa del anuncio realizado en una entrevista por el primer ministro, Göran Person, sobre la posibilidad de realizar el plebiscito un par de meses después de las elecciones generales que tendrán lugar el 15 de setiembre de este año. Algunos comercios, grandes tiendas y restaurantes suecos comenzaron a operar con euros paralelamente con la moneda nacional, y algunos dirigentes de los partidos mayoritariamente proclives a la moneda común fueron mostrados por las cámaras de televisión almorzando con sus familias en Mc Donald y pagando la cuenta en euros.

Hasta ahora el debate sobre el euro estuvo en la sombra de la política sueca principalmente por el hecho de que hay grandes divisiones en el seno de cada uno de los partidos, en especial del partido socialdemócrata, en el gobierno. Ahora mismo, cuando Persson ha pasado de la posición de esperar y ver a la de impulsar más activamente una campaña a favor del euro, no tiene a todo su partido apoyando su iniciativa de apresurar el plebiscito.