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Una divisa multiplicada por 12

Los planes nacionales de adopción del euro no son tan comunes como la nueva moneda europea

Cristina Galindo

Dos euros españoles se convierten en dos euri en Italia, dos èvro en Grecia, dos euroa en Finlandia y dos euro en Alemania. La cantidad siempre es la misma, pero la moneda única deja de ser un poco común en cuanto a ortografía y gramática se refiere. Más allá de estas pequeñas diferencias, la introducción del euro tampoco será igual del todo para los 12 países que integran la zona.

Peculiaridades en la forma, nunca en el fondo. La razón de ser de la moneda única se mantiene invariable: el valor de los euros es idéntico y se pueden utilizar en los 12 países que los han adoptado, independientemente de en cuál se haya fabricado, a partir de esta medianoche. Los billetes comparten diseño. Las monedas se han reservado una cara nacional (véase gráfico). Aun así, con las piezas que contienen el retrato de Miguel de Cervantes acuñadas en España se podrá comprar en Francia o Italia. Y al revés.

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Las condiciones para que se alcance esta situación, sin embargo, varían. Alemania, considerado el país con mayores reticencias a abandonar su divisa, opta por la vía rápida. El marco dejará de ser moneda de curso legal esta misma medianoche. No habrá periodo de convivencia como en el resto de la zona euro, aunque existe el compromiso por parte de los comerciantes de aceptar marcos durante los dos primeros meses.

El florín holandés será el siguiente en pasar a la historia: el 28 de enero. Le seguirán la libra irlandesa (9 de febrero) y el franco francés (17 de febrero). El resto, incluida la peseta y la dracma griega (ésta con más de 2.600 años de historia), compartirán fecha: 28 de febrero. El 1 de marzo el euro se convertirá en la única moneda válida en 12 países.

En el camino pueden presentarse problemas. Éstos, en mayor o menor medida, serán comunes: distribuir más de 14.000 millones de billetes y 50.000 millones de monedas, tratar de evitar que se aproveche el cambio al euro para subir precios sin justificación, escapar del engaño, de las falsificaciones y, sobre todo, saber cuánto valen las cosas en euros.

Para cubrir imprevistos, una parte de las sucursales bancarias abrirá mañana, aunque sea festivo. Sólo las entidades de Bélgica, Francia, Finlandia, Irlanda e Italia permanecerán cerradas. En cualquier caso, siempre quedarán los cajeros automáticos. Entre el 80% y casi el 100% servirá euros desde el primer día. En Portugal y Finlandia, sin embargo, este porcentaje apenas alcanzará el 54% y el 25%, respectivamente, durante las primeras 24 horas. En cualquier caso, el 15 de enero estarán todos adaptados.

Los primeros en notar los cambios del euro serán los ciudadanos que hagan turismo en los primeros días del año, los empressarios que viajen por razones de trabajo o los estudiantes en el extranjero. Todos podrán extraer euros en los cajeros con su tarjeta de pago, que no hará falta cambiar por el cambio de moneda. Y, si llevan dinero en divisa nacional, podrán cambiarlo en las sucursales de los bancos centrales siempre y cuando sean billetes.

El cambio de la moneda nacional a euros será gratuito en la mayoría de los países. Pero un español que viaje a Alemania deberá de tener en cuenta que la mayoría de las entidades financieras alemanas no prestará este servicio a sus no clientes gratis. En Holanda y Austria, el cambio, en general, comportará una comisión. El viajero debe de tener en cuenta que en Holanda no se acuñarán monedas de un céntimo y en Portugal no se pondrán en circulación billetes de 500 euros, pero, en uno y otro caso, el turista podrá visitar estos países sin problemas, porque estas piezas tendrán que ser aceptadas de todas formas.

Las ventajas del euro se notarán en los bolsillos. Se calcula que los europeos se ahorrarán hasta 3.300 millones de euros en comisiones por cambio de divisa cuando viajen a España, Francia, Italia, Alemania, Luxemburgo, Bélgica, Portugal, Austria, Irlanda y Grecia. En la actualidad, estas comisiones suelen ser del 3% en los bancos y hasta del 5% en los hoteles. El euro las eliminará.

Y no sólo en estos 12 países. La nueva moneda europea también será la divisa de Andorra, Mónaco, San Marino y el Vaticano (donde se acuñarán monedas con la efigie de Juan Pablo II). Además, el euros también se podrá utilizar en los países de los Balcanes, cuya moneda de referencia es ahora el marco alemán.

Euros en Londres

La influencia del euro llegará a la capital del euroescepticismo. Algunos establecimientos de Londres los aceptarán, aunque el cambio se devolverá en libras esterlinas. Todo apunta que el uso de la nueva divisa también será habitual en Suecia y Dinamarca. Estos dos países, miembros de la Unión Europea, han decidido seguir los pasos del Reino Unido y quedarse fuera del euro. Pero sus relaciones comerciales con Finlandia, que sí que es socio, son muy estrechas.

La moneda será la misma. No hará falta echar mano de la calculadora para saber el coste de un producto en moneda nacional. Aun así, los precios no serán iguales. La nueva divisa pondrá en evidencia las diferencias, que en el sector del automóvil puede llegar a ser del 30%. Otro ejemplo es el del precio del suelo: el coste medio del metro cuadrado es de 1.439 euros en Madrid, de 716 euros en Lisboa, mientras que en París alcanza los 9.123 euros, según datos del grupo inmobiliario CB Richard Ellis.

El vocabulario también estará sujeto a revisión. Los lingüistas vigilarán cómo se crea una jerga local sobre el euro, palabra que pasará a formar parte de las charlas cotidianas. Los austriacos ya han bautizado a los billetes como kalinas, en referencia a Robert Kalina, que los diseñó. Pero sólo el tiempo dirá cuáles serán las palabras que sustituyen a las balles francesas o las pelas españolas.

Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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