El puerto de Valencia duplica desde 1996 el número de barcos con polizones
El Puerto de Valencia ha registrado durante 2001 la llegada de 51 barcos con polizones. Esta cifra duplica la registrada en 1996, año en el que se contabilizaron 25. El aumento ha sido una constante desde 1993, según datos facilitados por la Cruz Roja. En 1993 fueron sólo dos los barcos que atracaron en el Puerto de Valencia con polizones. En 1995, el total fue de siete. La cifra se dispara desde 1996.
La responsable del Centro de Coordinación de Cruz Roja en Valencia, Mª Ángeles Rodríguez, constató ayer el aumento constante de naves con polizones que alcanzan la costa de Valencia. Sólo durante el pasado mes de octubre, las autoridades detectaron la presencia de polizones en buques que llegaron al Puerto de Valencia en los días 10, 11, 12, 20, 21, 27 y 31.
Según la responsable de Cruz Roja, la gran mayoría de los polizones procede Marruecos y los siguientes países de origen más habituales son Liberia, Irak, Sierra Leona, Ghana y Líbano. Rodríguez señaló que 'llegan demacrados, asustados y débiles, huyendo de regímenes políticos en los que son perseguidos o a causa de la pobreza, en busca de cosas tan básicas como una casa o agua potable, que para nosotros pasan desapercibidas'.
La desesperación hace, según Rodríguez, que los polizones no sepan en ocasiones cuál es el destino de la nave en la que consiguen colarse, llegan a pensar que van camino de Estados Unidos cuando en realidad llegan a Valencia, 'lo que les produce una gran frustración en muchos casos', agregó.
Las calderas y las bodegas son, según la responsable de Cruz Roja en Valencia, los lugares preferidos para esconderse. Asimismo señaló que los contenedores se convierten en trampas mortales 'ya que la falta de oxígeno ha hecho que algunos mueran en el trayecto'.
El retrato de los polizones que han llegado a Valencia en estos últimos cinco años se completa, según Rodríguez, con cuadros de 'falta de alimentación y deshidratación'. El cometido de Cruz Roja es proporcionar alimento a estos polizones, verificar que lo son, y comprobar si padecen alguna enfermedad, ya que sólo pueden descender del barco para recibir asistencia médica, además de si se les concede asilo político.
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