Granada celebra el 510º aniversario de la Toma sin incidentes y con la presencia de grupos 'ultras'
Los concejales del Partido Popular regresan al ceremonial y los de IU y el PSA se ausentan
Los actos conmemorativos del 510º aniversario de la Toma de Granada por los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492 se desarrollaron ayer en la ciudad sin los incidentes de años anteriores, aunque sí con una masiva presencia de grupos ultras que enarbolaron banderas falangistas y preconstitucionales y pancartas en contra de supuestas 'invasiones' culturales. La ceremonia se caracterizó por el regreso a los actos de los concejales del PP, que llevaban dos años sin acudir, y por la ausencia de los concejales de Izquierda Unida y el del PSA.
Tal ausencia, según explicaron en su momento los dos ediles de IU y el concejal del Partido Socialista de Andalucía, Jesús Valenzuela, ha estado motivada en la decisión de sus socios de gobierno, del PSOE, de retirar la lectura de un manifiesto en favor de la tolerancia, como había sucedido en los últimos años, e incrementar la presencia del Ejército en los actos.
Fue precisamente esa decisión la que hizo que los ediles del PP volvieran a formar parte de la ceremonia, que contó con el beneplácito del partido ultraderechista Democracia Nacional, con masiva presencia ayer en Granada, que felicitó al PSOE 'por haber sabido rectificar' y volver a conmemorar la Toma de la forma 'en que se ha hecho tradicionalmente', según un comunicado.
El ambiente en la Plaza del Carmen, sede del Ayuntamiento de Granada, parecía ayer recordar a otros tiempos: no hubo ni una sola bandera andaluza, excepto la que colgaba del balcón municipal, y sí muchas españolas que Democracia Nacional repartió entre el público asistente. También ondeó una decena de banderas preconstitucionales y varias enseñas de la Falange. Dos grandes pancartas fueron desplegadas desde antes de que comenzaran los actos. '1492-2002: Invasión nunca más. España para los españoles', rezaba una de ellas, y 'Ayer, hoy y siempre, Granada por España', se leía en la otra. Ambas pertenecían a Democracia Nacional, formación que ha hecho del 2 de enero en Granada una de sus fechas emblemáticas.
El grupo ultra había anunciado entre los medios de comunicación presentes que iba a realizar, durante la ceremonia, una acción-sorpresa que no iba 'a dejar a nadie indiferente' y que, finalmente, no se produjo, ya que tampoco hubo presencia de colectivos que acudieran para expresarse en contra de la vuelta del ceremonial a su forma más antigua.
Visita
Los actos de la Toma de Granada, que conmemoran la llegada de los Reyes Católicos a la ciudad el 2 de enero de 1492, tras la rendición de la dinastía nazarí y la posterior expulsión de los judíos (marzo de 1492) y los musulmanes de la ciudad (1499), comenzaron con una visita por parte de la comitiva municipal, presidida por el alcalde, el socialista José Moratalla, a la Alhambra. Allí leyó el bando en el que defendió el derecho de todos los ciudadanos a tomar la parte del pasado de la ciudad que ellos quisieran.
Ese acto, sin embargo, no tuvo la presencia masiva de público de un par de horas más tarde, cuando centenares de granadinos comenzaron a congregarse en la Plaza del Carmen, en donde se habían desplegado una compañía del Ejército y una banda de música militar, que fueron largamente aplaudidas en sus intervenciones.
Al contrario de otros años, en que hubo abucheos por parte del público cuando se procedía a la lectura de un manifiesto en favor de la tolerancia y la convivencia entre culturas, ayer no se registraron incidentes. Hubo aplausos para la canción Granada, de Agustín Lara; silencio, algunos abucheos y aplausos para el himno de Andalucía, y fuertes aplausos para el himno de España.
Hubo también algunos silbidos contra el concejal encargado de tremolar el Pendón de Castilla, Reynaldo Fernández-Manzano, por no destocarse el sombrero después de pronunciar el tradicional llamamiento a la ciudad: 'Granada, por los ínclitos Isabel I de Castilla y Fernando V de Aragón... Viva el Rey, viva España, viva Andalucía, viva Granada'.
Los actos terminaron en torno a las 14.00 horas de forma pacífica y sin ningún tipo de enfrentamientos. No obstante, en la ceremonia no estuvo presente ninguno de los colectivos que defiende que la Toma de Granada se celebre con un nuevo protocolo y que se deseche el actual, al que los sectores más progresistas identifican con los modos y maneras del gobierno franquista al término de la guerra civil española.
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