Microcréditos para El Salvador y Mozambique

Caixa Catalunya, por medio de su ONG Fundació Un Sol Món, ha decidido embarcarse de lleno en la cooperación internacional y en temas sociales mediante la firma de acuerdos sobre microcréditos con entidades de Mozambique y El Salvador; a través de su Observatorio de la Pobreza, con el informe La pobreza en Cataluña, y con la convocatoria de ayudas a las ONG de desarrollo para programas de microcréditos. Un Sol Món cuenta con un presupuesto de 561,5 millones de pesetas.

Espíritu fundacional

Pequeños comercios, cría de gallinas o cerdos, artesanía y nuevos cultivos, se benefician de estos créditos que no persiguen el lucro

Tan importante como la aportación de recursos financieros, es el suministro de cooperación técnica, señalan en la entidad

La idea del Proyecto de Microfinanzas Internacional es, según sus responsables, ser un 'inversor social, en el espíritu primigenio de las cajas de ahorro, que discrepa del concepto neoliberal según el cual la bolsa y el lucro son el motor del desarrollo: creemos que el beneficio colectivo puede serlo. Y, tanto como el aportar financiación, nos importa aportar cooperación técnica'. Insisten en que Un Solo Món 'no es la ONG de La Caixa, sino la propia Caixa actuando en la vertiente social'.

Las líneas de microcrédito de Un Sol Món asignarán 500 millones de pesetas en los próximos cuatro años. Se contemplan microcréditos para individuos, para grupos y para empresas de inserción, con un importe de hasta cinco millones de pesetas para empresas y 2,5 millones para personas. Entre los requisitos, la necesidad de que los solicitantes hagan algún tipo de aportación al proyecto, el cual no deberá tener efectos negativos para el barrio, la población o el medio ambiente. El tipo de interés es del 6% anual (0,5% mensual), con un plazo máximo para la devolución de cinco años. No hay comisiones de apertura ni de demora o amortización anticipada.

Hasta hace unas semanas se habían presentado 110 proyectos, y 54 ya funcionaban sin ningún moroso. También hay microfinanciación en España (60 créditos aprobados, con un 70% de beneficiados inmigrantes y de mujeres).

Las dos instituciones microfinancieras (IMF) receptoras del programa de La Caixa están en El Salvador y Mozambique. 'Con cinco años de existencia, llegamos a 3.000 familias, con un 55% de mujeres beneficiarias, y hemos logrado rentabilidad para incluso proporcionar becas universitarias', dice Wilson Salmerón, gerente de la Fundación Adel Morazán. 'La clave es proporcionar a los campesinos el acceso al crédito. En un banco, ni entran. Y la alternativa serían los usureros, que logran beneficios del 3.600% al año'. Morazán financia pequeños comercios, cría de gallinas o cerdos, artesanías ('que permitan la venta no de pobre a pobre, sino a alguien con más poder adquisitivo') y la diversificación agrícola.

La Cooperativa de Crédito y Ahorro Tchuma (Dinero, Riqueza) tiene 5.400 miembros en Mozambique, con casi 4.000 beneficiarios, un 65% mujeres, y espera llegar a más de 20.000 en cuatro años. 'Tras las inundaciones, la gente perdió todo', señala Guildo Dos Santos, administrador, 'así que se trata de asegurar la supervivencia, pero sobre todo la autosostenibilidad. Aunque ahora, por ser rentables, ya hemos dado el salto a zonas campesinas y pesqueras, nuestra línea más fuerte se concentra en Maputo, con créditos para comercio, carpintería, zapatería, peluquería, cría de gallinas, huertas... Prestamos a individuos y a pequeños grupos. Necesitamos asesoría de organización, asistencia técnica, apoyo informático'.

Las IMF tienen el hándicap de los costes operacionales, debido a la dispersión geográfica de su clientela, y deben adaptar sus tipos de interés para alcanzar la sostenibilidad. Morazán tiene una TAE del 36%, en un país donde las IMF oscilan entre el 35% y el 70%. La TAE de Tchuma es 45%, la más baja de Mozambique, donde oscilan entre el 64% y el 87%.