El niño que no pudo nacer en Belén
Belén es una ciudad asediada. Las tropas del Ejército israelí han reforzado todos los accesos a la ciudad del nacimiento. Los soldados han establecido controles en cada uno de los puntos de entrada, lo que convierte a la capital cristiana de los territorios autónomos palestinos en una localidad herméticamente cerrada. Los peregrinos sólo pueden acceder a la población después de someterse a una minuciosa y lenta identificación efectuada por las fuerzas especiales a punta de metralleta. Belén sobrevive desde hace meses bajo un bloqueo.
Como si fuera un cuento de Navidad, Arjan al Fassed, portavoz de Law, la organización no gubernamental para los derechos del hombre más importante de Cisjordania, se pregunta en voz alta: si hoy María y José tuvieran que viajar desde Nazaret, ¿llegarían a tiempo para que su hijo Jesús naciera en Belén?
'José y María tendrían que viajar por Jenin, Nablus, Ramalá, después hacia el sur, por Jerusalén, para finalmente llegar a Belén. Pero aun así es dudoso que pudieran llegar a Jerusalén. Todas las salidas y entradas de Cisjordania y Gaza están cerradas, incluso los estrechos y tortuosos caminos sin asfaltar que atraviesan las montañas. El asedio israelí está asegurado por más de 150 controles militares', afirma Al Fassed. Law recalca en un informe con ocasión de estas fiestas navideñas que desde hace casi un año las carreteras están cortadas por bloques de cementos, fosas y zanjas, que alcanzan los 100 metros de longitud, lo que impide a la población palestina salir o entrar de las ciudades y recibir tratamiento médico. Incluso cierran el paso a las ambulancias y equipos de emergencia. '¿Hoy se le permitiría a María, una mujer encinta, pasar todos los controles para dar a luz en Belén?', se pregunta el portavoz de Law, para contestarse a continuación con un caso acaecido hace poco. Fátima Nasser Abed Rabbo dio a luz en un control militar israelí establecido en el pueblo de Al Walaja, cerca de Belén, porque los soldados le impidieron el acceso al hospital.
Los documentos de Law afirman que Fátima y su marido Nasser estaban de camino a la clinica de Belén, pero al llegar al puesto de control los soldados le negaron el paso por dos veces, alegando que el estado de la mujer no era crítico. Tras intentar pasar durante una hora, Fátima dio a luz en el interior de un coche. A su hijo le llamó Walid. Fátima estaba embarazada de siete meses, por lo cual Walid nació prematuramente. Necesitaba tratamiento médico. Los informes médicos añaden que el bebé ingresó en la clínica de Belén demasiado tarde. Pesaba tan sólo 1,417 gramos y su temperatura era muy baja. Murió ese mismo día por la tarde. El dictamen de los especialistas es concluyente: si el pequeño Walid hubiera recibido asistencia médica a tiempo hoy probablemente viviría.
'El Jesús de ayer se llama hoy Walid', dice el portavoz de Law. Ha colocado pulcramente en una carpeta los papeles que certifican que este niño jamás nació en Belén. Luego los ha colocado junto a otros centenares de legajos. En el lomo del cartapacio se puede leer en letra clara: 'Belén, segundo año de la nueva Intifada'.
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