Alicante pierde 18.000 millones en inversión industrial por falta de suelo
La oferta pública de 100.000 metros cuadrados de suelo industrial realizada por el Ayuntamiento de Alicante y la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES) se ha cubierto con creces, hasta el punto de que en estos momentos hay demandas empresariales de 392.000 metros cuadrados. La falta de terreno para cubir tal demanda hará que se pierdan inversiones industriales por valor de 18.000 millones de pesetas, según la estimación oficial del Consistorio, que ha reclamado más suelo industrial al redactor del nuevo planeamiento urbano.
Un total de 119 empresas han demandado 392.000 metros cuadrados de suelo industrial al Ayuntamiento de Alicante para instalar sus industrias. La mayor parte de ellas no pondrán adquirir el terreno, ya que el Consistorio y el SEPES sólo disponen de 100.000 metros en el polígono de Las Atalayas, que ya están cubiertos. La Agencia Local de Desarrollo Económico y Social de Alicante está evaluando las demandas empresariales para que el SEPES adjudique el terreno, que se puso a la venta a un precio de 73 euros (12.146 pesetas) el metro cuadrado.
Según estimaciones del Ayuntamiento de Alicante, las nuevas empresas que se instalarán en el polígono de Las Atalayas generarán un mínimo de 2.000 empleos, muchos menos de los que podrían cubrirse si Alicante pudiera ofertar más suelo público industrial. Agotado el terreno, el nuevo planeamiento urbano sólo ha dibujado una mancha de 300.000 metros cuadrados para la ampliación de Las Atalayas, una extensión considerada 'insuficiente por el Ayuntamiento'.
El Ayuntamiento evaluará las adjudicaciones en base a la inversión a realizar por las empresas, al empleo que generarán, a las innovaciones tecnológicas, al respeto al medio ambiente y a los posibles efectos colaterales sobre el entorno local.
La Agencia de Desarrollo Local pretende impulsar un gran centro logístico en Las Atalayas, un polígono industrial muy bien comunicado por las autovías de Madrid y Murcia y a tiro de piedra del aeropuerto de L'Altet y del puerto de Alicante.
El redactor del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), Lluís Cantallops, no ha atendido en el avance del planeamiento las demandas municipales de crear más suelo público industrial, aunque sí ha reservado terrenos privados junto a la prisión de Fontcalent. El concejal responsable de la Agencia de Desarrollo, el popular José María Rodríguez Galant, asegura que el gobierno local presentará alegaciones al documento urbanístico para que el PGOU amplíe la nula oferta de suelo público industrial.
Las disputadas parcelas de las Atalayas tienen una superficie de 800 metros cuadrados y por ellas se han interesado firmas dedicadas a fabricaciones diversas y empresas del sector de los servicios tecnológicos avanzados. En la oferta de suelo quedarán excluidas aquellas empresas que produzcan vertidos incompatibles con la depuración biológica, y las que su actividad principal sea la prestación de servicios directamente al público, en las zonas del polígono alejadas de los servicios de transporte urbano. La ocupación de las edificaciones no podrá superar el 80% de la superficie de las parcelas, y la altura máxima permitida se ha fijado en 16 metros para unos casos y 12 para otros, en función de la tipología de las edificaciones.
Alicante es una ciudad de servicios de tan escasa tradición industrial que el Ayuntamiento apenas se había ocupado de promocionar suelo público para la implantación de industrias. Salvo ahora, que se ha superado la demanda, las escasas promociones de terreno resultaron un fracaso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.