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Amorebieta comienza a resignarse a la construcción de la planta de Boroa

La polémica consulta se desarrollará el próximo 20 de enero con los partidos divididos

El País

El próximo 20 de enero los vecinos de Amorebieta tendrán la posibilidad de participar en una consulta sobre las conveniencia o no de instalar una central de energía eléctrica con gas por la empresa irlandesa ESB en el barrio de Boroa. Aunque el pueblo, impulsado por sus políticos locales, se ha manifestado constantemente en contra del proyecto, ahora los vecinos comienzan a resignarse a que la central se construya. Con la alcaldesa, Begoña Azarloza, y seis ediles expedientados por el PNV, se considera que las posibilidades de evitar el proyecto son limitadas.

En Amorebieta los vecinos tienen dos cosas claras: su rechazo a la implantación de la central energética de Boroa pero, a la vez, la resignación de que se construirá. Un paseo por la localidad revela la oposición mayoritaria al polémico proyecto promovido por la empresa pública irlandesa ESB, con una inversión de casi 70.000 millones de pesetas. Un sondeo entre una veintena de vecinos refleja datos concluyentes: sólo una persona se muestra favorable a la planta de ciclo combinado. Es un jubilado, que está tomando un vino en la Asociación de la Tercera Edad. 'Yo estoy a favor. Va a traer más beneficios que perjuicios'.

A su lado, Manuel, otro jubilado, disiente con firmeza. 'Mira, acabo de estar en la Línea de la Concepción, en Algeciras, donde hay una central igual. Y los coches no duran más de cuatro años a no ser que los cubras con algo. Echa un polvillo que fastidia la chapa'. Afirma que 'todo el pueblo y todo el Duranguesado está en contra' pero cree que si al final 'la quieren poner, la pondrán. Pero si la ponen, se irá mucha gente y entre ellos yo'. Eugenio, el presidente de la asociación, es más diplomático: 'Si es contaminante, no. Pero si se demuestra que es buena, que la hagan'. Como casi todos, considera que, aunque los vecinos se expresen en contra, la planta 'se terminará haciendo'.

'Nadie que diga que sí'

En Amorebieta es habitual que las puertas o cristaleras de las tiendas, bares, panaderías, carnicerías o pescaderías tengan carteles en contra del proyecto industrial. 'Zentral Termikorik ez' o 'Vota no contra la central' se repiten en uno y otro establecimiento. La tienda de ropa infantil Delfos es una de ellas. Su responsable, Marilen, afirma: 'No me he encontrado con nadie que diga que sí a la central'. Su posición contraria la basa en 'los estudios que demuestran que produce contaminación' y niega, como sostiene la promotora, que resulta beneficiosa para Amorebieta.

'Eso es lo que están vendiendo. Si ves los folletos [los boletínes mensuales que edita ESB desde principios de año] parece que es la séptima maravilla. Mira, yo creo que la planta se va a hacer, porque está negociado desde hace tiempo. Esos terrenos [el polígono de Boroa] siempre han querido venderlos. Primero eran para una cárcel, luego la fábrica de coches de Arriortua y ahora esto'.

María, de la panadería Lemona, se manifiesta radicalmente en contra y aporta su particular solución. 'Que lo hagan en Artea o en Vitoria, que tienen cantidad de terrenos llanos'. Argumenta su rechazo 'por todo' y niega que la implantación de la central beneficie a Amorebieta. 'No va a haber dinero. Vamos a chupar los humos y el polvo. Si preguntas por ahí, verás que todo el mundo está en contra. Pero el Gobierno ha amenazado a los concejales del PNV y creo que se va a hacer finalmente'. María defiende la opinión de los vecinos. 'Tiene que ser lo que el pueblo quiera. Mira cómo están los concejales del PNV, que les quieren expulsar'.

En la librería Billiken la pareja de propietarios tiene claro su rechazo. 'Dicen que va a ser bueno para el pueblo. Pero va a ser peor, los pisos van a bajar, los terrenos también, vendrá menos gente y traerá más contaminación'. El propietario, reacio a las cámaras, se pregunta: '¿Por qué el PNV no es coherente y si defiende un referéndum para la autodeterminación, hace lo mismo aquí?

Apoyo a la alcaldesa

Egoitz, un joven ataviado de baserritarra para celebrar Santo Tomás, está en la misma sintonía. 'Si el PNV dice que la voz la tiene el pueblo y hay que hacer un referéndum por Euskadi, que lo hagan para este también'. Como es deducible, está en contra de la planta 'pero aquí y en cualquier sitio', aunque afirma que se implantará en Amorebieta 'aunque todo el pueblo esté en contra'.

La situación de la alcaldesa Begoña Azarloza y los siete concejales expedientados por el PNV por persistir en la convocatoria de la consulta se ve de manera diferente. Richard, desde la barra de la Asociación de la Tercera Edad, es categórico: 'Hay que apoyar más que nunca a la alcaldesa'. Al otro lado de la barra, el jubilado Manuel disiente: 'Ya ha cambiado la chaqueta', dice en referencia al reciente cambio de la pregunta de la consulta prevista para el 20 de enero.

Pero también hay ciudadanos reservados ante una cuestión que está en boca de los vecinos desde hace meses. 'Prefiero no opinar', dice el dueño de la óptica Izarra, que justo antes se manifestaba en contra. 'No me hagas preguntas', añade.

En el batzoki no hay clientes a media mañana. El encargado del bar responde lo esperado. 'Nada que decir. Aquí se oye de todo pero no se comenta nada'. Tras la insistencia del periodista, manifiesta desconocer 'si mucha gente está en contra'.

Una pregunta desconocida

Quizás porque sólo han pasado unos días pero casi todos los vecinos de Amorebieta consultados desconocen la nueva pregunta de la consulta del 20 de enero: '¿Está usted de acuerdo en cambiar el reglamento de usos para incluir en usos no permitidos las instalaciones de generación de electricidad en el polígono industrial de Boroa?'. Un enunciado mucho más intrincado que el anterior que preguntaba directamente si se estaba a favor de la instalación de la central de enregía eléctrica por gas y ciclo combinado que la empresa pública irlandesa ESB quiere instalar en el barrio de Boroa. 'He leído algo en el periódico. Pero no sé bien cómo es la pregunta', dice Manuel, jubilado. La panadera María admite que 'ni me he enterado lo de la pregunta' y Marilen, de Delfos, afirma: 'Me han dicho que la pregunta es muy complicada'. Una cliente de la librería Billiken está más enterada y califica de 'muy mal' la modificación del enunciado. 'Crea confusión', dice. Los partidos políticos han reaccionado y Eusko Alkartasuna anunció ayer que no participará en la consulta si no se recupera la anterior pregunta. A esta postura se podrían unir Batasuna e Izquierda Unida, que respaldan lo que decida la plataforma Zornotza Bizirik, que ha dado un plazo de una semana para cambiarla. El Partido Popular rechaza la votación y el PSE-EE dice que participará como observador, lo que dejaría solo al Partido Nacionalista Vasco. Se trata de una patata caliente que los partidos saben que puede perjudicar. Han calentado demasiado al pueblo como para no temer consecuencias.

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