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CARTAS AL DIRECTOR
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Un deseo de Januká y Ramadán

Esta semana los judíos alrededor del mundo celebramos la festividad de Januká (dedicación), que se conoce también como 'la fiesta de las luminarias'.

Dan comienzo las festividades de la culminación del Ramadán en el mundo islámico.

Alrededor del mundo miramos al Oriente Próximo con gran preocupación por la escalada de violencia que no parece tener fin a corto plazo, y no da resultados positivos para resolver los problemas en disputa.

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Mientras Israel ataca por medios militares a la Autoridad Nacional Palestina en Gaza y la ribera occidental, en los hogares judíos del mundo y en Israel se encienden las velas de Januká a la caída del sol, acompañado de las oraciones tradicionales, y plegarias por la paz y la tranquilidad en la región, porque cesen los ataques terroristas, el odio, la venganza y que no se diga más 'ojo por ojo y diente por diente'. Para los musulmanes termina el Ramadán, entretanto, en los hogares palestinos se cierne el miedo y el temor de más ataques, que pueden causar daños a sus viviendas, herir a sus niños o personas inocentes, víctimas del conflicto creado por la intransigencia de los líderes de ambos lados.

¡Ya basta de violencia terrorista, alto el fuego! Tanto israelíes como palestinos deben dar toda oportunidad a la paz.

Que Israel muestre al mundo que no solamente tiene uno de los mejores ejércitos, gran tecnología y capacidad industrial, sino que también tiene líderes maduros y responsables, que saben cuándo decir 'hasta aquí no más con la solución militar'.

Que la Autoridad Nacional Palestina también muestre su madurez política, dejando a un lado la demagogia y las tácticas terroristas contra Israel. Ojalá que lo hagan por la paz y el futuro de sus niños que tanto sufren los conflictos que los adultos han creado, e insensatamente heredan de generación en generación, para que cuando ellos crezcan sigan luchando por 'su patrimonio, soberanía y derecho a existir'.

¿De qué sirven las velas de Januká si el odio y la venganza prevalecen? ¿De qué sirven las plegarias del Ramadán si no has perdonado a tu hermano ni a tu vecino? Pues así, Dios no toma en cuenta la luz de tus velas y Alá no escucha tu oración.

Él quiere la paz y la armonía entre los pueblos; ésa es la mejor manera de agradarle. Sea, pues, esta última noche de Januká y el último día de Ramadán en dedicación a la paz entre israelíes y palestinos, que se renueve el espíritu de concordia entre los pueblos. Shalóm aleinu, Salám aleicum, la paz sea con todos.-

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