Gasol triunfa en el Madison

Los Grizzlies de Memphis pusieron en la madrugada de ayer término a una racha de cinco derrotas consecutivas en la Liga de la NBA. Y lo hicieron en el mejor de los escenarios: el Madison Square Garden. En el templo neoyorquino superaron a los Knicks por 88-90. Una canasta del novato Shane Battier a nueve segundos del final cambió el semblante de un equipo que había mostrado ciertos síntomas de indolencia en los últimos encuentros. Pau Gasol, espléndido en su actuación defensiva, consiguió 14 puntos y ocho rebotes en los 43 minutos que estuvo en la pista.

Gasol mantiene sus promedios como el mejor rookie del baloncesto profesional norteamericano. En los últimos encuentros ha destacado sobre todo por su capacidad reboteadora. El martes, ante los Bucks de Milwaukee, situó su récord personal desde su llegada en 15 capturas. Y es que se le está pidiendo ahora más agresividad y fuerza. Su técnico, sus compañeros e incluso Michael Jordan han notado cierta pasividad en él y le han reclamado mayor tensión. Al menos en los rebotes, Gasol parece, en efecto, más involucrado. Su aportación anotadora sigue al nivel de su primer mes, notable, aunque sus porcentajes han caído un poco. En 24 partidos lleva un 50% de aciertos: 152 de 304.

En general, Gasol recibe elogios allá donde va. Ray Allen, estrella de los Bucks, dijo de él que es 'carne del All Stars [el partido de las estrellas]'. Y la prensa de San Francisco, antes de que los Grizzlies visitaran a los Warriors, escribió sobre 'la sensación española' y destacó su canasta ante Kevin Garnett.

Mucho piropo, pero también críticas. Algún columnista dice de él que confirma el estigma de mal defensor que acompaña a todo europeo que aterriza en la NBA. 'Tiene mucho talento ofensivo, pero un largo camino hasta convertirse en un jugador completo', corrobora su compañero Grant Long.