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Reportaje:PEÑAS DE LA MAJADA | EXCURSIONES

Un monte para recibir el año

Una agencia de senderismo invita a festejar 2002 en este pico de 2.002 metros de la sierra del Quintanar

Es fama que, cuando un periodista de The New York Times preguntó a Mallory en 1924 por qué tenía tanto empeño en ir al Everest, éste contestó: 'Porque está ahí'. Era una forma escueta y pelín pedante, muy a la inglesa, de decir que cualquier razón es buena para subir a una montaña, incluso la muy macabra de ir en busca del cuerpo destrozado de Mallory, lo cual se hizo -también es fama- en 1999.

Lo anterior viene a cuento de que Arawak Viajes, la agencia que más senderistas mueve en Madrid, propone celebrar la llegada de 2002 subiendo a Peñas de la Majada, cima de la sierra segoviana del Quintanar, que -¡oh, casualidad!- mide 2.002 metros exactos.

Alguien protestará que no guarda relación alguna el que un niño judío naciera en Belén hace 2.002 inviernos con que determinada cumbre castellana se halle a 2.002 metros de altura sobre el nivel del mar en Alicante, aparte,claro está, de la circunstancia trivial de que para expresar ambos hechos se usa el mismo número capicúa (del catalán cap-i-cua, cabeza y cola). Cierto es ello.

Tras dos horas andando, llegamos al sobrecogedor paraje por el que baja el río Moros

¿Por qué subir, entonces, a Peñas de la Majada? He aquí tres razones: 1) Porque 2.002 metros es una altura ideal, mientras que de haber elegido un monte cuya altitud coincidiera con el año nuevo musulmán sería una birria de 1.423 metros, y con el chino, una monstruosidad de 4.699, que exigiría viajar a los Alpes. 2) Porque, aunque sea gracias a una coincidencia tan tonta, vamos a descubrir una montaña que no conocíamos ni de oídas; y, sobre todo, 3) Porque está ahí.

Peñas de la Majada está, como ya se dijo, en la sierra de Quintanar, la cual es prolongación de la sierra de la Mujer Muerta, que a su vez es una estribación bien conocida de Guadarrama. Al norte de la sierra de Quintanar se extiende, hasta donde alcanza la vista, la llanura segoviana. En tanto que, mirando al mediodía, el ojo se recrea con los pinares de la vieja garganta de Ruy Velázquez -¿el que vendió a los siete infantes de Lara?, todo pudiera ser-, más conocida como garganta de El Espinar o valle del río Moros.

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Para atacar el monte del año 2002 tomaremos como punto de partida el aparcamiento del área recreativa La Panera, en plena garganta de El Espinar, desde donde avanzaremos 500 metros -unos 10 minutos- hasta alcanzar el puente donde confluye nuestra carretera con otra que corre por el lado contrario del río Moros. Por esta última, y valle arriba, llegaremos, tras recorrer otros 800 metros -un cuarto de hora más-, a un nuevo puente para coches junto a un gran encerradero de ganado con muros de granito, en el paraje que los serranos nombran Puente Negro.

Frente al puente, a mano izquierda según veníamos subiendo, se adentra en el pinar una pista forestal que nos conducirá, buscando siempre la máxima pendiente, a un amplio cortafuegos -que coincide con una antigua cañada de ganados y con el sendero GR-88, señalizado con pintura blanca y roja-. Si seguimos el cortafuegos llegaremos sin pérdida posible al puerto de Pasapán.

Dos horas de caminata, como mucho, nos habrá costado asomarnos a la llanura segoviana -el palacio de color de rosa de Riofrío, Revenga, la capital...- y contemplar a nuestras espaldas el sobrecogedor graderío montañoso por el que baja brincando el río Moros desde sus fuentes en la ladera occidental del Montón de Trigo.

A la derecha del puerto se alza el pico de Pasapán (2.001 metros), que la leyenda nos hace ver como los gigantescos pinreles de la Mujer Muerta, la princesa que Hércules esculpió 'recostada sobre la fría cresta guadarrameña..., fantasmal y precisa al mismo tiempo' (Camilo José Cela, Cuaderno del Guadarrama).

Mientras que a mano izquierda una pista nos permitirá seguir subiendo hasta un cerro sin nombre de 1.995 metros, cuya cima ocupa un ruinoso refugio. El siguiente monte, que aparece coronado por una antena, es Peñas de la Majada: el 2.002 de 2002.

Pinares en la garganta de El Espinar.
Pinares en la garganta de El Espinar.A. C.

Por libre o con guías

- Dónde. El área recreativa La Panera está a 66 kilómetros de Madrid y a poco más de dos de la estación de El Espinar, de la cual hay indicaciones en San Rafael tanto si se llega por la vieja N-VI (puerto del León) como por la A-6 (túnel de Guadarrama). Una alternativa al vehículo privado es el tren Madrid-Segovia, que pasa por la mencionada estación con una frecuencia de dos horas (teléfono de Renfe: 902 240 202). - Cuándo. La marcha dura unas cinco horas -15 kilómetros, ida y vuelta por el mismo camino-, con un desnivel de cerca de 700 metros -1.300 metros en el área recreativa La Panera; 2.002 metros en Peñas de la Majada-. El paseo tiene una dificultad media y puede disfrutarse en cualquier estación del año siempre que las condiciones climatológicas no sean muy adversas para el caminante. - Quién. La agencia Arawak Viajes (calle de Peñuelas, 12, teléfono 91 474 25 24) ha programado esta excursión para el primer domingo del año 2002: el 6 de enero. El precio, 2.300 pesetas, incluye viaje en autobús de ida y vuelta, dos guías acompañantes durante el recorrido a pie y también seguro médico. - Y qué más. Salvo que el caminante tenga un conocimiento previo del terreno, es muy recomendable llevar una cartografía precisa: por ejemplo, el mapa excursionista Sierra de Guadarrama, a escala 1:50.000, editado por La Tienda Verde (calle de Maudes, 23 y 38, teléfono 91 534 32 57).

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