SEÑALES DEPORTIVAS EN EL CONGRESO

La ausencia total de miembros del Gobierno, que, por vez primera, no acudieron a la entrega de los premios de los periodistas parlamentarios, no empañó una fiesta anual de confraternización de diputados, senadores y parlamentarios europeos. Tras la cena, patrocinada por el BBVA y El Corte Inglés, que contó con la presencia de Emilio Ybarra, Francisco González y Ángel Barutell, recibieron galardones los diputados Manuel Marín (PSOE), Iñaki Anasagasti (PNV), Rodrigo Rato (vicepresidente del Gobierno), Felipe Alcaraz (IU), todos los integrantes de la comisión de Gescartera y los senadores que forman la ponencia para la reforma de la Cámara alta. Además de Rato, los ministros Ángel Acebes y Cristóbal Montoro y el presidente del Gobierno, José María Aznar, también fueron galardonados con premios o accésit. Manuel Marín, premiado como mejor orador del año, recordó cómo se decidió, en los primeros años de la democracia, el sistema para indicar -levantando uno, dos o tres dedos- el sentido del voto de cada grupo. Marín relató cómo, al arrancar la democracia, un diputado de cada grupo debía recorrer toda la bancada de su grupo para comunicar cuál debía ser el voto: sí, no o abstención. Y él era el encargado de esta tarea por el Grupo Socialista. Por las carreras arriba y abajo anunciando qué se debía votar, Marín se ganó el apodo de Manolito, corre. Enfrente, en el grupo de la UCD, Jesús Martínez Pujalte, Pujalte, el chico, hermano del portavoz de Economía del PP Vicente Martínez Pujalte, afrontaba la misma tarea. Hartos de tanto correr arriba y abajo y, según Marín, tras una caída suya por las escaleras del hemiciclo, vio cómo el histórico base del Real Madrid de baloncesto José Antonio Corbalán indicaba el sentido del juego con señales con los dedos. Entonces sólo quedó discutir y pactar qué dedos marcarían cada voto, así como garantizar que esos gestos no iban 'contra el decoro' de la Cámara.