Ayuntamientos, empresarios y usuarios exigen indemnizaciones a Fecsa-Endesa

Los afectados por el apagón del viernes -que ayer aún sufrían 400 usuarios- reclaman indemnizaciones a Fecsa-Endesa. La Generalitat ha abierto tres expedientes sancionadores a la empresa que monopoliza la energía eléctrica en Cataluña, los municipios y los empresarios que debieron cerrar sus comercios anuncian demandas, la Organización de Consumidores y Usuarios recibe quejas de particulares para presentar una única querella y el Síndic de Greuges ha abierto un expediente de oficio. El Ejecutivo de CiU, mientras, recibió críticas de la oposición, que pidió un pleno extraordinario del Parlament.

Las relaciones entre la Generalitat y Fecsa-Endesa se han tensado hasta el límite por causa del gran apagón, que el pasado viernes llegó a afectar, según el Gobierno catalán, a un millón de ciudadanos. El Ejecutivo de Jordi Pujol, acosado por la oposición política y por una airada opinión pública ante su ineficacia a la hora de afrontar las fuertes nevadas del fin de semana, sacó ayer el palo y confirmó la apertura de tres expedientes sancionadores a Endesa y otro meramente informativo a Red Eléctrica por lo que fuentes de la Administración autonómica calificaron como 'incidentes muy graves'.

Fecsa dijo no tener notificación oficial alguna de los expedientes abiertos, por lo que eludió cualquier consideración. Las sanciones a las eléctricas están por definir, pero serán de entre 100 y los 500 millones de pesetas. Sólo a partir del próximo enero entrará en vigor el decreto del Gobierno de Pujol para forzar a Fecsa a mejorar la calidad del suministro, disposición que puede elevar las multas.

El enrarecimiento del clima entre la Administración catalana y Fecsa queda bien reflejado en las palabras que ayer le dedicó el consejero catalán de Industria, Antoni Subirà. 'Han metido la pata informativamente y Dios les ha castigado por su actitud', espetó Subirà, quien tildó de 'chulesco' el tono con que los portavoces de Fecsa han afrontado el apagón'.

El Ayuntamiento de Barcelona analiza la manera de reclamar a Fecsa-Endesa por los perjuicios que causó el apagón del pasado viernes, y no sólo por los daños propios, sino también en representación de los miles de ciudadanos afectados. Algo así como una acusación particular de un proceso penal pero en versión administrativa. 'Se está estudiando la manera de conseguir efectividad de una reclamación que exige más inversión por parte de la compañía que tiene el monopolio de un servicio público', comentó ayer Ernest Maragall, concejal de presidencia del Ayutamiento. El consistorio estima que si la compañía hubiese invertido 30.000 millones de pesetas en la construcción de 10 o 12 subestaciones, se habría evitado el apagón de tres horas del pasado viernes en la capital.

Maragall criticó al Gobierno de la Generalitat por tener una política que ha propiciado que un solo operador controle todo un servicio público. 'Así que ahora', añadió, 'de poco sirve la apertura de expedientes informativos. El ciudadano tiene todo un expediente definitivo por la política del Gobierno catalán'.

En la comarca del Baix Llobregat, ayer por la tarde permanecían unos 300 abonados sin luz, principalmente en casas aisladas de las urbanizaciones más cercanas a la zona del Ordal. Éste era el caso de los núcleos de Creu de l'Aregall, en Corbera; El Taió, en Castellví de Rosanes, y Can Paulet, Can Rafel y Costa de la Perdiu, en Cervelló. En este último municipio, el Ayuntamiento plantea querellarse contra la empresa eléctrica por haber permanecido parte del municipio tres días sin luz y desde ayer los vecinos están presentando instancias y quejas en el registro municipal por los inconvenientes que les ha ocasionado la situación.

El Ayuntamiento de Vallirana ha anunciado que emprenderá acciones judiciales para exigir responsabilidades derivadas de la falta de servicio. El consistorio ha abierto una oficina para la recogida de denuncias de muchas familias que han estado más de 40 horas sin electricidad. Algunas de ellas sufrieron, además, falta de suministro de agua corriente al no poder bombearla hasta las casas.

Los ayuntamientos del Vallès han amanecido en pie de guerra tras el temporal de nieve y el apagón, que dejó algunos hogares a oscuras durante más de 24 horas. La indignación contra Fecsa-Endesa ha llevado a algunos consistorios a denunciar públicamente mediante cartas a la compañía eléctrica y a ofrecer todo su apoyo a los vecinos que quieran demandarla. Es el caso de Rubí, cuya alcaldesa, Núria Benaventura, de IC-V, no se ha andado con rodeos a la hora de criticar a la compañía eléctrica.

El de Rubí no ha sido el único ayuntamiento que ha transmitido su indignación por carta. También lo han hecho otros consistorios, como el de Sabadell, gobernado por el PSC, CiU, ERC e IC-V, que ha enviado una carta a Fecsa para pedir explicaciones.

Otros ciudadanos que se quedaron a oscuras fueron los de Castellar del Vallès. También el alcalde de esta población, Lluís Corominas, de CiU, ha lamentado la 'falta de información'. Castellar apoyará a todo aquel que quiera reclamar a la compañía de suministro eléctrico.

En buena parte de la provincia de Tarragona circular era ayer difícil debido a las placas de hielo formadas en las carreteras, que hacían necesario el uso de cadenas e impidieron la asistencia a clase de alrededor de 1.300 alumnos de las comarcas de la Ribera d'Ebre, la Terra Alta, el Priorat y la Conca de Barberà, donde un total de 10 escuelas no pudieron abrir sus puertas. Las escuelas de la comarca no reanudarán sus tareas hasta el próximo jueves. Buena parte de las empresas de la zona también vieron sus actividades afectadas por la dificultad de acceso por carretera, así como servicios como Correos, el reparto de prensa y la reposición de alimentos en tiendas de comestibles.

La policía judicial dio traslado del cadáver de Antonio Hernández, un agricultor de L'Espluga de Francolí, a Tarragona para proceder a su autopsia. El cuerpo de Hernández fue hallado en la carretera de Poblet, cerca de su finca, y todo apunta a que el hombre falleció como consecuencia de una caída puesto que no presentaba signos de violencia.