El Ayuntamiento de Jaén se niega a reabrir una nave para alojar a inmigrantes temporeros

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Jaén, dirigido por el popular Miguel Sánchez de Alcázar, ha hecho oídos sordos a las peticiones de la oposición y colectivos sociales, que reclaman la reapertura de una nave de propiedad municipal en la que albergar a los inmigrantes que llegan a la campaña de recogida de la aceituna y están teniendo que dormir a la intemperie. El concejal de Asuntos Sociales, Antonio Lucas aclaró que la caseta se abrió como un dispositivo de emergencia para acoger la primera avalancha de inmigrantes, pero dejó claro que 'no puede transformarse en un centro estable para el alojamiento de los temporeros por su falta de infraestructura adecuada'.

La asociación sociocultural de inmigrantes de España AJI también denunció ayer que hay inmigrantes en Jaén que están pasando hambre 'días y días', que carecen de un lugar en el que vivir y que padecen condiciones 'que no aguantaría ni un animal', durmiendo en naves abandonadas o en la calle, según dijo su presidente provincial Mohammad Harouiz.

Esta asociación calcula que son unos 10.000 temporeros los que se han desplazado hasta la provincia en busca de jornales durante la campaña de recolección de la aceituna.

El Ayuntamiento de la capital sí que ha cedido a la residencia Siloé unas 15 literas para instalarse en la planta baja de este centro que se dedica normalmente a la atención de minusválidos físicos y sensoriales. El responsable de esta ONG, Francisco Pacheco, confirmó que desde ayer, y en colaboración con Cáritas, el centro ha readaptado sus fines para dar alojamiento y comida a los inmigrantes, muchos de los cuales han tenido que dormir en los últimos días refugiados en vehículos o naves industriales de la capital. 'Son personas humanas y no podemos tratarlos como animales', indicó Francisco Pacheco.

Falta de previsión

Desde la oposición municipal se ha criticado la falta de previsión del gobierno del PP para hacer frente a la avalancha de inmigrantes en las últimas semanas. Las 75 plazas del centro de transeúntes y las 15 de la pensión que ha concertado el Ayuntamiento se encuentran al completo. La oficina municipal de atención al inmigrante, que el consistorio ha instalado este año por vez primera en la estación de autobuses, ha atendido desde su apertura a 1.037 inmigrantes, que pasan a engrosar una bolsa de trabajo que se pone a disposición de las organizaciones agrarias y empresariales.

Los inmigrantes que no encuentran trabajo sobreviven como pueden y muchos de ellos no pueden acceder a los jornales por carecer de documentación en regla.

Los cálculos de AJI indican que entre un 20% y un 30% de los inmigrantes que llegan no tienen permiso de trabajo para poder ser contratados en Jaén. Este porcentaje, asegura, corresponde con trabajadores no comunitarios que proceden de Almería y sólo tienen documentación para hacer peonadas agrícolas en esta provincia.

También llegan otros muchos con el mismo problema de papeles procedentes de Murcia o La Coruña. Esto demuestra, según Mohammad Harouiz, que no hay trabajo y los inmigrantes se desplazan por todo el país buscando un empleo en el campo.

Harouiz criticó a las administraciones por no dar en Jaén una respuesta a este colectivo y por permitir que subsistan sin ayuda. Jaén, añadió Harouiz, tradicionalmente ha contado con una población acogedora, pero desde 1990 percibe que se está produciendo un retroceso en la solidaridad de la población y 'los temporeros sufren situaciones infrahumanas'. 'Las administraciones de Jaén no han tomado en cuenta que el numero de inmigrantes aumentaba cada año', dijo Harouiz, quien señaló que los recursos actuales de atención se muestran insuficientes para atender la demanda.