Industria abre ahora un expediente a Red Eléctrica por el apagón

La luz regresó ayer poco a poco a los hogares de Cataluña, aunque por la noche 1.500 abonados permanecían sin suministro eléctrico. La Generalitat ha abierto un expediente informativo a Red Eléctrica, que se suma al de Fecsa, para investigar si la rotura del cable que causó el apagón del pasado viernes responde a la falta de mantenimiento de la red. Se acabaron los pueblos aislados, pero aún estaban cortadas 17 carreteras y en 33 era necesario el uso de cadenas.

El alcalde de El Bruc critica 'la impresionante falta de previsión' de los Mossos d'Esquadra

La Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil de la Generalitat dio por acabado ayer noche el estado de emergencia en Cataluña e informó de que ya no hay riesgo de fuertes nevadas. Pero las temperaturas se preveían muy bajas. En Lleida, se pronosticaban incluso los 11 grados bajo cero de cara a la pasada noche.

Fue un punto y seguido después de tres días de frío y nieve que causaron graves desórdenes en el suministro eléctrico y en la red viaria catalana, con varios miles de ciudadanos atrapados en las carreteras y unos 2.500 forzados a pasar la noche en polideportivos.

La compañía Fecsa-Endesa confiaba en que hoy se hayan resuelto todos los problemas de falta de electricidad, después de que el viernes hasta un millón de personas se quedaran sin luz, según cifras de la Generalitat.

La actuación de la compañía centró la reunión que mantuvo el consejero catalán de Industria, Antoni Subirà, tanto con responsables de Fecsa-Endesa como de Red Eléctrica (Redesa). Subirà anunció la apertura de un nuevo expediente informativo a Redesa, que se suma al incoado a Fecsa, para investigar si la rotura del cable que causó el corte de suministro responde a la falta de mantenimiento de la red. Subirá calificó de 'insuficiente' la atención prestada a los ciudadanos y recordó que ambas empresas se exponen a ser sancionadas.

Por su parte, el presidente de Red Eléctrica de España, Pedro Mielgo, declaró al respecto que todas sus instalaciones habían funcionado 'en todo momento con normalidad'.

La normalización en la red viaria fue relativa. Si el sábado los problemas se centraron en el corte de 30 carreteras -entre ellas la N-II, y las autopistas A-7 y A-2-, ayer se desbloqueó el grueso de la red viaria, aunque 17 carreteras secundarias continuaban cortadas y en 33 era imprescindible el uso de cadenas.

Este desbloqueo originó ayer numerosas caravanas. En algunos casos, como en la autopista A-2 de Montblanc al Mediterráneo, se formaron colas de una veintena de kilómetros.

La N-II entre El Bruc y la Panadella, en la comarca de l'Anoia, se mantenía ayer tarde como uno de los puntos conflictivos. Se había abierto el tráfico entre Igualada y El Bruc en dirección a Barcelona y en los dos sentidos de la marcha entre Igualada y la Panadella, aunque en este último tramo sólo se podía circular por la calzada dirección Lleida, que se habilitó para los dos sentidos.

Críticas a los 'mossos'

La apertura de la circulación en estos tramos convirtió la carretera en una caravana de camiones y otros vehículos que una vez liberados, después de dos días en la autovía, emprendían el regreso a casa, con cadenas y gran lentitud. Desde la Dirección General de Tráfico se aconsejaba no utilizar esta vía. El alcalde de El Bruc, Rafael Escriu, criticó 'la falta impresionante de previsión' de la policía autonómica, porque 'el viernes no cortaron la carretera hasta que estuvo llena y colapsada'. Después de ayudar a desbloquear con sus transportes mecanizados el paso de El Bruc, en la N-II, el Ejército, cuya intervención aceptó la Generalitat hace dos días para ayudar a los bomberos a desbloquear vehículos atravesados, retiró sus unidades.

La línea de Renfe entre Manresa y Lleida continúa cortada.