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FALTAN 16 DÍAS

Las ventas de euromonederos arrasan en su estreno en Italia y otros cuatro países europeos

Los italianos esperan largas colas en las oficinas de correos para adquirir la nueva moneda

De Nápoles a Milán, de Venecia a Roma, los italianos han reaccionado con enorme interés a la primera salida pública del euro, distribuido ayer en las oficinas de correos de todo el país en saquitos de 12,91 euros, que contienen 53 monedas. Los primeros euromonederos tuvieron un gran éxito en los otros cuatro países, además de Italia y España, donde comenzaron a ser puestos ayer a disposición del público: Luxemburgo, Bélgica, Finlandia y Austria. Tras la acogida entusiasta de la víspera, en Francia, la atención se centra ahora en qué pasará en Alemania cuando se empiecen a vender mañana.

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Los italianos son euroentusiastas y ayer lo demostraron. Las largas colas fueron una constante durante toda la mañana, sin que el mal tiempo que azota desde hace días la península itálica haya desanimado a los más maduros. Al contrario, la primera persona en hacerse con una bolsita de euros, por valor de 25.000 liras, fue Loreto Ruffini, de 86 años, un entusiasta de la nueva moneda que se presentó el primero en una oficina postal de Roma. 'Hay que acostumbrarse a lo nuevo', declaró encantado el jubilado. Largas colas tuvieron que hacer también los funcionarios y parlamentarios ante las ventanillas de correos del Parlamento, para obtener los llamados euromonederos.

Correos no podía vender más de tres por persona y las oficinas bancarias, que los repartirán el lunes, no podrán entregar nada más que uno por cliente. En Bolonia se vendieron 250.000 paquetes de euros en unas pocas horas, un ritmo similar al que alcanzaron las ventas en Nápoles. En uno de los barrios de la capital del mezzogiorno, Secondigliano, el entusiasmo de los vecinos fue tal que la policía hubo de intervenir para imponer el orden delante de las ventanillas de correos.

La mayoría de los compradores de euros reconoce que su intención es regalar los paquetitos con la moneda europea, colgándolos del árbol de Navidad. Ayer se inició también la distribución de los paquetes de euros para los comerciantes, mucho más abultados y costosos.

Belgas, austriacos y finlandeses mostraron la misma curiosidad por estas nuevas monedas. Las estaciones de servicio en Austria, los quioscos en Finlandia y algunas estaciones en Bélgica fueron asaltadas por los compradores desde primeras horas de la mañana. En Austria, incluso hubo que levantarse pronto para conseguir los euros, pues muchos ciudadanos se quedaron sin existencias. 'Los clientes hacen cola desde esta mañana', explicó Adolf Zahradnik, jefe de la principal oficina de correos de Viena, abierta de forma excepcional desde esta medianoche.

En Bélgica, donde fueron puestos a la venta 5,5 millones de euromonederos, los miles de unidades puestas a disposición de las empresas de transporte urbano desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. En Luxemburgo, donde el banco central disponía de 600.000 euromonederos para una población de 430.000 personas, muchos de ellos fueron vendidos en pocas horas a los ciudadanos que se enfrentaron a temperaturas glaciales para descubrir la nueva moneda.

Existencias agotadas

En Finlandia, el banco central fue sorprendido por la demanda, ya que sólo tenía preparados 500.000 euromonederos -una unidad para cada diez finlandeses-, distribuidos en la cadena de quioscos nacionales R-Kioski. 'Es sorprendente constatar que los euromonederos destinados a la ciudad de Helsinki fueron vendidos el primer día', declaró Kari Lottanen, portavoz de la institución monetaria.

Incluso los 15 dirigentes de la Unión Europea pudieron recibir sus primeros euros en un paquetito que esperaba a cada uno de los participantes en la cumbre europea de Laeken, cerca de Bruselas.

El próximo lunes, sin embargo, la moneda única tendrá una nueva prueba en Alemania, el país más escéptico hacia la moneda única, con la venta de los primeros euromonederos.

Entrega de un euromonedero, ayer, en una oficina de correos de Roma.
Entrega de un euromonedero, ayer, en una oficina de correos de Roma.AP

¿Qué piezas contienen los euromonederos?

El monedero de euro consta de 43 piezas: cuatro de un céntimo, nueve de dos céntimos, seis de cinco céntimos, seis de diez céntimos, siete monedas de 20 céntimos, otras siete de 50 céntimos, dos piezas de euro y otras dos de dos euros. El importe de una unidad es de 12,02 euros (2.000 pesetas). - ¿Dónde se pueden comprar? Sólo en bancos y cajas de ahorros. En otros países se ha decidido venderlos en oficinas de correos, estancos, grandes superficies comerciales y quioscos. - ¿Por qué se reparten monedas de euros antes de 2002? El objetivo principal es que los consumidores se familiaricen con las nuevas piezas antes de que puedan utilizarlas, el 1 de enero. Será importante a la hora de comprobar que el cambio en una compra es el correcto y pagar con celeridad el billete del autobús, por ejemplo. - ¿Hasta cuándo se podrán conseguir? Hasta el 31 de diciembre próximo, porque después los euros serán lo habitual en bancos y cajas. Se aconseja comprar un euromonedero para tener algo de suelto en las primeras horas de 2002, aunque hay que recordar que las pesetas valdrán hasta el 28 de febrero. - ¿Por qué no hay billetes en los euromonederos? En teoría es más fácil reconocer los billetes que las monedas. Aunque haya siete billetes diferentes, se calcula que los más utilizados serán los de 5, 10, 20 y 50 euros. No se prevé que los de 500, 200 y 100 euros (83.193, 33.277 y 16.639 pesetas) tengan mucho éxito en España. Además, también existen razones de seguridad. Cuanto menos tiempo dispongan los falsificadores para copiar billetes, mejor.

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