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Los socialistas ven amenazada su mayoría en las elecciones de mañana en Portugal

Los grandes líderes políticos de la revolución de los claveles y la transición portuguesa, el ex presidente Mário Soares, el ex primer ministro conservador Aníbal Cavaco Silva y el dirigente histórico de los comunistas lusos Álvaro Cunhal, han regresado estos días a la arena política para apoyar a sus respectivos candidatos en las elecciones municipales de mañana, domingo, que, sin duda, se convertirán en un claro examen a la hegemonía socialista no sólo en las principales ciudades del país, sino también al frente del Gobierno de la nación.

Ante el inevitable desgaste sufrido durante más de seis años en el poder, los socialistas han puesto en marcha una poderosa maquinaria electoral que no ha reparado en reclamar apoyos en todos los frentes para evitar un fracaso en las municipales y, especialmente, en Lisboa, donde la coalición de socialistas y comunistas, según los sondeos, se encuentra casi empatada por primera vez desde hace muchos años con el candidato del Partido Social Demócrata (PSD, de ideología liberal conservadora). De esta forma, el ex presidente Mário Soares ha salido en defensa de su hijo y actual alcalde de Lisboa, João Soares, para que los socialistas no pierdan uno de sus tradicionales feudos en Portugal y evitar así un previsible resurgimiento de la derecha, prácticamente apartada del poder tras la denominada década cavaquista (1985-1995).

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Pero el caso más curioso lo ha protagonizado el histórico de los comunistas portugueses, Álvaro Cunhal, de 88 años, que el pasado miércoles envió un mensaje de apoyo a la coalición de socialistas y comunistas en Lisboa para 'derrotar y apartar el peligro de una gestión aventurera y reaccionaria girada contra el propio régimen democrático'.

Un mitin en el pabellón Carlos Lopes de Lisboa recordó las frenéticas noches vividas en la época de la revolución de los claveles y los dirigentes socialistas y comunistas acabaron gritando 'el 25 de abril siempre, el 25 de abril continúa en Lisboa'.

Por su parte, los líderes del PSD apelaron al electorado para acabar de una vez por todas con la hegemonía socialista en las grandes ciudades y abrir la brecha para abordar las futuras elecciones legislativas con garantías de presentar una alternativa seria al primer ministro António Guterres. El máximo responsable del PSD, José Manuel Durao Barroso, explicó que el resultado electoral 'tendrá una lectura nacional, siempre la tuvo'. Sin descartar la convocatoria de elecciones anticipadas si fracasan los socialistas, Durao Barroso explicó que los comicios del domingo 'van a servir también para mostrar el descontento que existe en el país frente al poder actual, que es muy grande'. 'He recorrido todo Portugal y cuando pregunto a la gente por los problemas locales me responden siempre con la situación del país', dijo.

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